01/04/2013 | |

Los más pesados se visten de celeste y blanco

Con el 45% de las ve …

Cosechadora banderaCon el 45% de las ventas en el mercado interno, la producción nacional de cosechadoras alcanzó el año pasado su mejor desempeño en los últimos 10 años. En el caso de los tractores, la participación de la industria argentina se consolida. Durante 2012 alcanzó al 40%. A nivel facturación, sus ingresos fueron mayores que los generados por las cosechadoras. Con su performance en 2012, los tractores y cosechadoras fabricados en el país quedaron cerca de ser la mayoría en el mercado nacional, un lugar que ya ocupan desde hace años las sembradoras y el resto de los implementos agrícolas.
Por Alejandro Rollán. Editor periodístico.

Si bien 2012 no fue un buen año para la venta de maquinaria agrícola, debido fundamentalmente a la sequía de la última campaña agrícola, sirvió para consolidar el crecimiento de la industria nacional.

Además de ser el año con mayor participación de cosechadoras “made in argentina” de la última década, 2012 ratificó la tendencia de algunos indicadores que se venían gestando. Por segundo año consecutivo, y luego de más de 30 años, una fábrica nacional de tractores encabezó el ranking de ventas. En los 12 meses del año pasado, la empresa Pauny, con sede en Las Varillas (Córdoba) produjo alrededor de 1.600 unidades y cerró ventas por un total de 1.900, de las cuales alrededor de 25% fue a la exportación. En noviembre último alcanzó, en su corta historia de 10 años, el récord mensual de ventas, con 302 unidades vendidas. En octubre había logrado su mayor productividad histórica con 159 tractores fabricados, a un promedio casi 8 tractores por día.

Con una producción en 2011 de 1.250 unidades, Pauny se había convertido en la primera empresa nacional en liderar el mercado argentino de tractores luego de 30 años.

Se pusieron la camiseta

El reemplazo de tractores y de cosechadoras importados por unidades de fabricación nacional se consolidó durante el año pasado. El primer paso dado en 2011 por las fábricas extranjeras, de comenzar a producir en el país, adquirió mayor ritmo. De acuerdo con las cifras oficiales difundidas por el Instituto Nacional de Estadìstica y Censos (INDEC), de cada 10 tractores que se vendieron en el país, cuatro (40%) fueron producidos fronteras adentro. En el caso de las cosechadoras nacionales, su protagonismo fue aún mayor: por cada 10 unidades vendidas, casi la mitad (45%) eran de origen argentino.

Sobre una demanda interna de 5.081 tractores, un total de 1999 fueron fabricados en el país. Dentro de esta denominación se encuentran las fábricas nacionales y las multinacionales con plantas ensambladoras en territorio argentino: Agco, Case New Holland (CNH) y John Deere. Durante el año pasado, un total de 3.082 tractores ingresaron al país, especialmente desde Brasil.

Si bien el indicador de la participación de la industria nacional de tractores durante 2012 fue algo menor a la registrada en 2011, cuando alcanzó el 43%, los empresarios del rubro sostienen que la tendencia crecerá en el corto plazo.

En cosechadoras, la industria nacional dio el salto. Las unidades fabricadas en Firmat (Santa Fe) por Vassalli Fabril, que durante 2012 se quedó con el 24 por ciento del mercado, junto con los modelos ensamblados por John Deere en Granadero Baigorria (Santa Fe); CNH, en la ciudad de Córdoba; y Claas, en Oncativo (Córdoba), alcanzaron un total de 554 cosechadoras. El número representó el 46 por ciento del total del mercado, que durante 2012 involucró a 1.226 unidades. El resto, 672, fueron importadas.

Con su performance en 2012, los tractores y cosechadoras fabricados en el país quedaron cerca de ser la mayoría en el mercado nacional, un lugar que ya ocupan desde hace años las sembradoras y el resto de los implementos agrícolas.

Según el INDEC, sobre un total de ventas de 2.358 sembradoras, 2.325 fueron fabricadas en el país, lo que representa una participación de 98,60%. Es decir que de cada 10 sembradoras vendidas el año pasado, 9,8 fueron realizadas en el país. Sólo 30 ingresaron por el puerto. En el resto de los equipamientos agrícolas, la presencia de la industria nacional también es superadora. En un mercado de 8.532 unidades, 81 % fue de origen argentino.

Más ingresos

Donde ya hay mayoría absoluta de la industria nacional, es en la facturación. Sobre un mercado total que el año pasado generó ingresos por $ 5.813,6 millones, las ventas de máquinas de origen nacional alcanzaron el 58,6 %. Una de las razones fue la fuerte presencia de las sembradoras y del resto de los implementos agrícolas. En total, las ventas nacionales aportaron $ 3.288 millones.

Los tractores argentinos, con $ 785,3 millones, facturaron más que las cosechadoras del mismo origen, que alcanzaron los $ 528,4 millones.

Sobre el total de la facturación de origen nacional, los tractores representaron el 24% de los ingresos; al tiempo que las cosechadoras participaron con el 16%.

Hasta hace dos años, en estos dos grandes rubros predominaron principalmente las maquinarias de origen importado, una situación que se está modificando sustancialmente debido a las fuertes inversiones realizadas por empresas del sector, que incrementaran fuertemente la producción local de equipos a corto plazo.

A diferencia de lo que ocurre en tractores y cosechadoras, donde la mayor parte de las unidades son fabricadas por multinacionales (John Deere, Agco y Case-NH), las sembradoras de origen argentino volvieron a ratificar su contundencia en las preferencias.

Con una facturación total por la venta de sembradoras de $ 967,5 millones, la producción argentina se quedó con $ 946,1 millones, lo que representa el  97,8% de los ingresos del segmento. Por su parte, la producción total de implementos agrícolas facturó $ 1.430 millones, de los cuales el 71,7% ($ 1.026,6 millones) correspondió a las empresas nacionales del sector.

La mayoría de las sembradoras son producidas en el país por pequeñas y medianas empresas (PYME). En implementos, por su parte, también predominan las empresas locales por cantidad de equipos vendidos y por monto de facturación.

Tendencia en alza

El proceso de sustitución de importaciones de tractores y cosechadoras se gestó en los inicios de 2011, cuando el Gobierno nacional comenzó a cerrar con las empresas multinacionales del rubro convenios que incluían la necesidad de fabricar en el país a cambio de poder seguir importando equipos del exterior, en especial desde Brasil. En menos de nueve meses, CNH, John Deere, Agco, y Claas manifestaron su decisión de producir más en Argentina. Las casas centrales autorizaron a las filiales radicadas en el país a invertir por un total de U$S 470 millones en los próximo años.

Así, en menos de un año, los planes de inversión se pusieron en marcha  y ya son más de 10 los modelos que se fabrican en el país. Y la lista crecerá en los próximos meses, cuando las fábricas vayan ganando en capacidad de producción, junto con la incorporación de más proveedores de piezas (agropartes) nacionales. La meta es llegar a contar con un 55 por ciento de componentes nacionales en cada una de las unidades.

En abril de 2011, el grupo italiano Case New Holland (CNH) anunció una inversión de US$ 100 millones para la construcción de una planta en la ciudad de Córdoba, donde fabricará tractores y cosechadoras. Mientras se apresta a terminar las nuevas instalaciones, en una línea de producción montada en la empresa Iveco, que también pertenece al grupo Fiat, está ensamblando unidades desde el año pasado.

En el caso de Case se trata de las cosechadoras Axial Flow 7120 y 8120; y de New Holland, la cosechadora CR9060 y los tractores  TD85F. La nueva planta, que será inaugurada en los próximos meses, tendrá una capacidad operativa de 4.000 tractores y 2.000 cosechadoras. El grupo italiano prevé llegar al segundo semestre de este año con un nivel de integración de sus unidades con componentes nacionales que ronde el 60 por ciento.

Modelos italianos

En Córdoba, New Holland ya está produciendo su línea de tractores TDF. La versión de 85 HP está especialmente diseñada para desempeñar diversas labores con implementos en los cultivos frutales, tales como limpieza entre líneas, pulverización y el traslado de carros para la cosecha, entre otras prestaciones. Está equipado con un impulsor de 85 HP, con 2.930 centímetros cúbicos de cilindrada y un tanque de combustible de 80 litros de capacidad.

Entre las cosechadoras, New Holland está ensamblando en el país su modelo CR9060. Está equipado con un motor de 354 caballos de potencia, una tolva de 10.600 litros de capacidad de carga y un cabezal de 30 pies de ancho de labor. Su sistema de trilla son dos rotores axiales, un desarrollo exclusivo de la compañía. La cosechadora sale de fábrica equipada con el motor Iveco, electrónico, con sistema de inyección de 354 HP a 2.100 RPM. Sin embargo, ya a 2.000 RPM el modelo fabricado en la ciudad de Córdoba alcanza hasta 394 HP de potencia. El motor es clase Tier III, con bajos niveles de emisiones, tales las exigencias normativas de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.

En el mismo lugar (Córdoba), Case fabrica su modelo de cosechadora Axial-Flow 8120, el vehículo de trilla más grande que tiene la compañía. Viene montado sobre un motor Case IH, modelo Cursor 10, que entrega hasta 468 HP de potencia y una capacidad de trabajo de 12.340 litros de tolva.

La Axial Flow 7120 también se fabrica en la  línea de producción ubicada en la ciudad de Córdoba. El modelo desarrolla una potencia de 388 HP y cuenta con una reserva de potencia de 58 HP. Está equipada con un motor Case IH Cursor 10 de 9 litros, producido por Fiat Powertrain Technologies (FPT) de 6 cilindros. La capacidad de tolva de esta cosechadora es de 11.100 litros y se descarga en poco más de un minuto y medio a una velocidad 113 litros por segundo, a través de un tubo de descarga de 7,3 metros de largo.

Con las cosechadoras como abanderadas, la alemana Claas también sube su participación en el país. A partir de una inversión de U$S 20 millones, la fábrica ampliará las instalaciones que posee en Oncativo (Córdoba) para la fabricación de sus modelos de cosechadora Tucano, equipada con motor Mercedes Benz. En Ameghino (Buenos Aires) desembolsará una cifra similar para desarrollar, entre otras iniciativas, proveedores de piezas para sus cosechadoras argentinas.

Con pasaporte argentino

En Granadero Baigorria (Santa Fe), John Deere inauguró en agosto pasado sus nuevas líneas de montaje para tractores y cosechadoras, como parte de un proyecto a corto plazo de inversiones por US$ 155 millones. La marca del ciervo ya está produciendo en el país sus modelos de cosechadoras axiales (su tecnología STS) y su línea de tractores de baja potencia.

Es la primera vez en la historia que John Deere fabrica cosechadoras en el país y también marcó su regreso a la fabricación de tractores, luego de 16 años de ausencia.

La empresa estadounidense produjo tractores en Argentina entre 1958 y 1996, cuando decidió redireccionar su estrategia en la región y enforcar la fabricación de motores en el país y la de tractores y cosechadoras en Brasil.

El primer desembarco con cosechadoras, la centenaria marca del ciervo lo hizo con su modelo 9570 STS; un equipo axial dotado de trasmisión hidrostática con 3 rangos de velocidades y doble tracción. Está impulsado por un motor John Deere PowerTech de 265 HP, con un refuerzo hasta 295 HP. Su capacidad de tolva es de 8.800 litros, con una velocidad de descarga de 4.650 litros por minuto.

El tractor John Deere made in Argentina es de la línea de baja potencia, que antes se importaba desde India. Es el modelo 5725 AD, de 89 HP, diseñado con un chasis de alto despegue para proteger el cultivo y desempeñar una gran variedad de labores. Cuenta con una transmisión Top Shaft (9+3) con un embrague de tipo seco, traba de diferencial accionada por dedal, y tracción delantera de accionamiento mecánico. Una toma de fuerza económica, permite operar a máxima capacidad nominal en 540 RPM con una menor aceleración del motor.

Para el corto y mediano plazo, John Deere tiene previsto incorporar a la fabricación nacional sus modelos 5036C; 5045D, 5045E, 5065E, 5075E y 5425N. Además de sumar las cosechadoras de la línea STS 9470, 9670 y 9770.

En General Rodríguez (Buenos Aires), el grupo Agco ya está levantando su nueva planta de tractores, en el marco de una inversión total de US$ 140 millones. Tendrá una capacidad anual de 3.500 unidades y estará operativa en los próximos meses. En ese complejo industrial fabricará, en primera instancia los modelos de la marca Agco Allis, que ya venía realizando en el país, y tiene previsto incorporar luego los tractores de sus marcas Challenger, Massey Ferguson y Valtra.

Por estos días, la producción nacional de los tractores de línea media y pesada, de 156 a 210 HP, se realiza en forma integrada entre las plantas ubicadas en Haedo (provincia de Buenos Aires), donde se producen los motores Deutz, y Rosario (Santa Fe). Entre los vehículos livianos figuran los modelos: AA 6110; AA 6125; y AA 6135; todos con una potencia de entre 109 y 135 HP otorgada por los impulsores Deutz.

Los modelos de la línea pesada son 4: El AA 6150A, equipado con motor Deutz BF 6L 913 turbo de 156 HP de potencia máxima; el modelo AA 6175A, con motor Deutz BF 6L 913C turbo intercooler con una potencia de hasta 170HP; el modelo AA6.190A, con un impulsor (también BF 6L 913C), que trasmite una potencia máxima de 195 HP; y el modelo más grande de la serie: AA 6220A, con un impulsor de 210 HP y una trasmisión (12+4) con sincronización total.

Componentes nacionales

La expansión de la producción nacional de tractores y de cosechadoras va de la mano del crecimiento del anillo de proveedores locales de piezas. La estrategia diseñada por el Gobierno es que el porcentaje de componentes nacionales sea cada vez mayor en las unidades fabricadas en el país. Alcanzar una participación del 60 por ciento de componentes nacionales es el requisito que exige el Banco Nación para considerar a la maquinaria agrícola de fabricación nacional. Con este sello, los equipos se pueden comercializar a través de la línea de financiamiento promocional que tiene el banco oficial a una tasa de 6,5% anual.

El Ministerio de Industria de la Nación informó que la compañía Case New Holland está desarrollando junto con la empresa Carraro Argentina, proveedora nacional de ejes y trasmisiones, dos grupos de ejes; uno para equipar a sus modelos fabricados en Córdoba y el segundo para exportar a la filial que posee en Belo Horizonte (Brasil), que actualmente se provee desde China.

Según la cartera de Industria, la empresa Agco también manifestó su interés en aumentar la cantidad de ejes fabricados en el país, que durante el año pasado alcanzó a 19 mil unidades. John Deere aseguró que el nuevo tractor que comenzará a fabricar en junio estará equipado con ejes nacionales. Los blocks para motor también comenzarán a sustituirse. Hay intención de las fábricas de reemplazar este año la importación más de 45 mil unidades por fabricación nacional.

 

 

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