31/03/2016 | | Empresas

Ascanelli: Crecer en base a innovaciones

Lleva casi seis décadas produciendo máquinas para agricultura y ganadería. Innovó en sembradoras, tolvas y mixers. También desarrolló el comercio exterior y construyó una planta industrial de vanguardia.

Por Jorge Freites
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Ascanelli es una empresa fabricante de maquinaria agrícola, surgida en Río Tercero (Córdoba) e integrante del lote de compañías con mayor trayectoria en la industria argentina del sector. Con casi seis décadas de funcionamiento, se ha consolidado como una de las firmas con mayor evolución tecnológica y diversificación.

Actualmente, produce máquinas para la agricultura (sembradoras, tolvas y embolsadoras de granos) y la ganadería (mixers), en distintas versiones, para atender la gama de necesidades del sector agropecuario.

El grado de diversificación que ha logrado es una de las características que exhibió la empresa a lo largo de su trayectoria. Por eso, Ascanelli muestra en sus canales de comunicación la consigna “Calidad e innovación”.

Gravitación económica

La empresa se ha convertido uno de los referentes en el sector metalmecánico cordobés, que aporta un tercio del valor agregado industrial de la provincia mediterránea.

Además, Ascanelli constituye un puntal de la economía de Río Tercero, donde la firma fue fundada en 1958.

Río Tercero, con 46.167 habitantes, es la séptima ciudad de la provincia de Córdoba y está enclavada en una región con fuerte actividad agropecuaria. La actividad de Río Tercero tiene en la industria metalmecánica un aporte de 15% al valor de su producción total. Un porcentaje similar representa el sector agrícola.

En ese contexto signado por el campo y la agroindustria, Ascanelli surgió a fines de los años ´50 como una firma dedicada a la mecanización de la cosecha manisera. En 1962 se lanzó de lleno a la producción de agromáquinas, hasta ubicarse a la cabeza de la actividad agroindustrial en el centro-oeste cordobés.

Brinda empleo a 120 personas y si bien ha llegado a picos de producción de 580 máquinas anuales en los momentos más favorables del agro, tiene estabilizado su nivel de fabricación en torno a los 360 equipos por año. Esta cantidad implica una demanda de 150 toneladas anuales de chapa, lo que revela el poder traccionador de otros sectores económicos que tiene una empresa como Ascanelli.

Perfil

La empresa cumple con el perfil que se ha hecho característico para una industria de maquinaria agrícola de cuño nacional:

Fuerte inserción en su comunidad de origen.
Fuente generadora de empleo.
Multiplicación de la actividad comercial a partir de los ingresos que promueve directa e indirectamente.

Otro rasgo distintivo –y que resulta un común denominador entre los fabricantes argentinos de maquinaria agrícola- es que ha mantenido su impronta familiar a lo largo del tiempo. Actualmente, una nueva generación de Ascanelli (los nietos de Ricardo Ascanelli, el fundador), está integrada a las tareas empresariales.

Evolución tecnológica

La firma que fundó Ricardo Ascanelli se distinguió, a lo largo de su historia, por seguir las corrientes tecnológicas predominantes en cada época y por anticiparse a los cambios que se estaban gestando.

En sus comienzos, producía cosechadoras de arrastre para maní, un cultivo regional que es emblema de la agricultura cordobesa.

Pero también se trata de una economía con ciclos de altas y bajas que hicieron riesgoso especializarse sólo en mecanización de maní.

Por ese motivo, Ascanelli incursionó en la logística granaria con sus elevadores de cereales.

Después hizo una de sus primeras diversificaciones en producción y pasó a generar carpidores, cultivadores de campo, cinceles y elevadores con chamiquera.

Precisamente, la chamiquera fue uno de los equipos de Ascanelli que más impacto logró en el mercado argentino. Ese elemento se tornó gravitante, en su momento, para limpiar de malezas a los elevadores.

En 1988, Sergio y Roberto Ascanelli empezaron a viajar al exterior para observar tecnologías y estudiar las transformaciones en la maquinaria producida en otras partes del mundo.

Esa política se mantuvo en el tiempo y se hicieron frecuentes las participaciones en exposiciones en el Mercosur y también en lugares como Sudáfrica, Alemania, Italia y España.

Por otra parte, cuando en los años ´90 empezó a difundirse la siembra directa en la agricultura nacional, la empresa dio el salto hacia la nueva tecnología.

En 1994, Ascanelli lanzó su primer equipo para siembra directa y empezó un posicionamiento en ese segmento que perdura hasta el presente.

En 1998 se registró otro hito tecnológico de la empresa. Hasta ese momento se hacía una tolva granelera con una descarga al medio para utilizar con elevador de cereal. Ascanelli la discontinuó y empezó a producir la tolva autodescargable, un equipo que se haría fundamental para la cosecha durante la década siguiente.

Visión de negocios

Ascanelli ha sabido enfocar su operatoria sobre las tendencias del mercado interno, pero también ha desarrollado el comercio exterior hacia mercados latinoamericanos y de otras latitudes. El producto estrella de sus exportaciones es la tolva.

La investigación y el estudio de los requerimientos de mecanización, tanto en el plano nacional, como en los mercados externos, ha impulsado la renovación de las maquinarias que produce la empresa.

De hecho, en los últimos años registra siete lanzamientos y renovaciones en sus líneas de equipos, tanto para el sector agrícola como para ganadería.

La producción se ha estandarizado, de modo que hay una integración comercial de los productos, sin diferenciar entre el mercado local y los clientes del exterior.

Por caso, Ascanelli fabrica las tolvas abulonadas, sin recurrir a soldaduras, y ese aspecto, además de optimizar la logística de exportación, también estandariza la provisión de repuestos a nivel local e internacional.

Respecto al sector ganadero, Ascanelli ha sido una de las primeras empresas en ganar posiciones dentro del segmento de los equipos para procesamiento y mezclado de raciones.

En 2009 presentó su modelo de mixer RS 1600, de rotor simple. En 2010 le sumó su versión de dos rotores, el RS 2600. Así aportó soluciones para tambos de escala media y para establecimientos que manejan más de un tambo.

Pero la empresa no sólo se ha concentrado en la fabricación. También amplió su espectro de negocios con la apertura en Río Tercero de un concesionario encargado de comercializar agromáquinas.

Las innovaciones se han extendido hasta el propio logo de Ascanelli. Incorporó la figura del águila, evocando la imagen a la que siempre recurría Ricardo Ascanelli cuando hablaba de sus actividades.

Estructura industrial

La estructura fabril que hoy posee Ascanelli es el fruto del crecimiento experimentado por el taller original desde donde surgió.

Ese lugar estaba ubicado en el centro de Río Tercero y, a medida que el emprendimiento prosperaba, necesitaba más lugar que la firma logró comprando terrenos contiguos.

La expansión de Ascanelli se volvió incompatible con un entorno de creciente desarrollo urbano. En los años ´80 construyó la primera nave de lo que actualmente es su planta industrial sobre la Ruta 6. A ese lugar terminó de trasladarse en 1992.

La fábrica ocupa un predio de 8.000 m² cubiertos y está compuesta por cuatro naves de estructura metálica con sistema reticulado.

A lo largo de los años incorporó tecnología de avanzada en máquinas de control numérico y dobladoras programadas. También evolucionó en automatización y robotización para elevar la productividad. Además, sumó una cortadora por plasma y un robot de soldadura.

La cabina de pintura con horneado permite una terminación óptima y le ofrece al cliente elegir el color del producto adquirido.

Ascanelli trabajo con un sistema de calidad encuadrado en las normas IRAM ISO 9001:2008.

En el ámbito institucional, la empresa participa en la conducción de la Asociación de Fabricantes de Máquinas Agrícolas y Agrocomponentes de Córdoba (AFAMAC).