02/02/2017 | Ejecutivos | Entrevistas

Ignacio Tanzi: “Las sembradoras viven cambios revolucionarios”

El director de una de las fábricas líderes en sembradoras, y pionera en Air Drill, observa una mutación tecnológica profunda. En diálogo con MaquiNAC, también analiza el futuro del negocio de siembra.

Ignacio Tanzi (director de Tanzi)

Con casi 53 años de funcionamiento, Tanzi dispone de todas las credenciales para subirse al podio de los fabricantes líderes de sembradoras en Argentina.

Se especializó en la mecanización de la siembra. Abrió caminos hace casi veinte años al introducir al país las primeras Air Drill, un segmento hoy consolidado y en el que prosigue innovando. Exporta a varios continentes. Y ahora va por un crecimiento industrial de vanguardia.

Ignacio Tanzi, director de la empresa, representa la tercera generación familiar. El fundador, Mario Tanzi, lanzó el emprendimiento que siguieron Ricardo (padre de Ignacio) y Héctor Mario Tanzi.

Posteriormente, Ricardo e Ignacio le compraron su parte a Héctor. Y tras un exitoso paso por las carreras de motos, Ignacio se incorporó a la fábrica y escaló hasta tomar el timón.

Dialogando con MaquiNAC, Ignacio Tanzi mostró su convencimiento sobre una nueva era tecnológica en las sembradoras y describió lo que avizora en el tablero de los fabricantes.

Marcando la huella

¿Por qué Tanzi, a fines de los años ´90, se orientó hacia la producción de sembradoras Air Drill?

Surgió de un viaje que mi papá, Ricardo Tanzi, hizo al Farm Progress Show hace 20 años. Vio las primeras máquinas del tipo Air Drill que estaban presentando John Deere y Flexicoil y se entusiasmó con la tecnología y sus bondades. Además, como productor agropecuario también sabía de las limitantes que tenían las sembradoras de cajón liviano.

La idea de traer las Air Drill surgió de los viajes al Farm Progress Show. Despues hicimos un acuerdo con Flexicoil para importar las tolvas.

Por esas razones se decidió a entrar en el tema de las Air Drill y lo primero que se concretó fue un acuerdo con Flexicoil para importar las tolvas. Nosotros fabricábamos acá los chasis de siembra. Después se nacionalizó el producto y se fabricó completamente en Argentina. Viéndolo veinte años después, apostar por las Air Drill fue un acierto.

¿Qué resistencia tuvieron que vencer en la mentalidad del productor argentino con las Air Drill?

Los primeros clientes que tuvimos también viajaban a Estados Unidos y conocían esa tecnología. En Argentina, sabían que sólo Tanzi les podía ofrecer la Air Drill de fabricación nacional, además de John Deere que traía la máquina importada.

En cuanto a resistencias…había empezado bien el tema de las Air Drill y después se frenó entre 2003 y 2005, cuando nosotros teníamos sólo el sistema monodisco. Y la gente nos cuestionaba porque quería la máquina doble disco. Ahí fue que nos pusimos a trabajar y lanzamos el mismo chasis pero con sistema doble disco.

Hoy en día, si uno habla con un fabricante que hace sólo sistema doble disco, habla mal del que hace monodisco. Y al revés, el que produce monodisco critica al que hace doble disco. Nosotros no hablamos mal de ninguno porque fabricamos los dos sistemas y cada uno tiene sus ventajas en cierto punto. Para algunas cosas anda mejor un sistema y el otro se adapta mejor a otras cosas. Tanzi sigue vendiendo bien los dos.

Lo que quiere la gente

El panorama actual, con muchas empresas en Argentina haciendo Air Drill, les terminó dando la razón…
Sí. Yo he escuchado a algunos fabricantes decir cualquier cosa contra la sembradora Air Drill, criticarla mucho. Pero no se puede ir en contra de lo que quiere la gente. Los productores prueban la tecnología y comprueban que es súper útil.

Si en los campos nuestros, ahora, a los productores les sacamos la máquina Air Drill y los volvemos a una sembradora de cajón lineal, nos matan.

Pienso que la tecnología está por ese lado: por tener buena capacidad de insumos, ancho de trabajo importante y facilidad para el transporte. Y ahora estamos con el tema de la siembra de alta velocidad que es lo que se viene en el futuro inmediato.

¿Le falta evolucionar al sistema Air Drill o ya alcanzó la madurez tecnológica?

El sistema Air Drill –pienso yo- dio un quiebre en Argentina cuando se lanzaron las Air Planter, transportando la semilla por conducción neumática para implantarla. Nosotros fuimos pioneros en eso acá.

Personalmente, me gusta mucho la tolva independiente del chasis de siembra por la capacidad de insumos que puede tener. Si bien en Tanzi estamos trabajando en una máquina de plegado tipo libro -como se denomina- tiene su limitante de insumo. Con una tolva independiente, se puede colocar la cantidad de insumo que se quiera. Un ejemplo es la sembradora de Bourgault en Canadá. Pienso que el futuro viene por ahí.

En todo caso, la única limitante que le veo a la Air Drill es el ancho de transporte y hay que empezar a desarrollar chasis más angostos.

Cosas nunca vistas

El aporte que está haciendo la Agricultura de Precisión a la siembra ¿plantea cambios revolucionarios?

Totalmente revolucionarios. Los cambios que se dieron en los últimos tres o cuatro años y los que se darán en los años inmediatos, considero que no se dieron en los últimos veinte o treinta años.

Los fabricantes de sembradoras se dividirán en dos. Quedará la gente especializada en la electrónica y la que se dedique a fabricar la parte mecánica.

La electrónica que se está incorporando, el dosificador con el tubo de bajada con cepillo para dejar la semilla al lado del suelo es completamente revolucionario. Como también el motor eléctrico independiente para poner la semilla donde uno quiere, prácticamente.

¿Qué impacto tendrá el avance de esa tecnología en la industria?

Desde mi punto de vista, los fabricantes de sembradoras se dividirán en dos y quedará la gente especializada en la electrónica y, por otro lado, quedaremos las empresas que nos dedicamos a fabricar la parte mecánica.

Es imposible que cualquier fábrica en Argentina, con el volumen de ventas que tenemos, pueda hacer un desarrollo electrónico de esas características. No es un proceso que esté mal. Cada uno se especializará en su producto.

Concentración que se viene

Tanzi está en un segmento muy competitivo en la industria nacional como es el de las sembradoras. ¿Habrá una concentración en las empresas líderes como se comenta siempre?

Sin duda. Pasará un poco como pasó con el tema de las cosechadoras. Había, no sé, cincuenta fábricas y quedaron diez o menos.

Ahora aparecen los contratistas que compran mega-máquinas como las que fabricamos nosotros de tipo Air Drill y siembran 3.000, 4.000 o 5.000 hectáreas.

Antes una sembradora, como tamaño promedio, era una máquina de cuatro metros, de 9 surcos de granos gruesos a 52 cm y de cuatro metros y medio y 24 líneas en granos finos. Y antes no estaba la figura del contratista rural; entonces, cada colono tenía su máquina. Un colono con cien hectáreas poseía su sembradora y el vecino, de cien hectáreas también, tenía la suya.
Entonces, por decir algo, para sembrar mil hectáreas, se vendían diez máquinas. Para sembrar diez mil hectáreas, se vendían cien máquinas. Hoy, para sembrar diez mil hectáreas, viene un contratista y las hace, o vienen tres o cuatro contratistas grandes y siembran veinte mil hectáreas cada uno.

¿Qué impacto tiene ese proceso en el negocio?

El volumen de sembradoras que se venden es cada vez menor. Antes, nosotros vendíamos el modelo 4350 nuestro y un colono con 200 hectáreas tenía esa sembradora para trabajarlas. Pero, hoy en día, los números no le dan. Ahora aparecen los contratistas que compran mega-máquinas como las que fabricamos nosotros de tipo Air Drill y siembran 3.000, 4.000 o 5.000 hectáreas.

Además, en Argentina hubo gente que se dedicó a fabricar sembradoras y otros tipos de máquinas. Nosotros nos especializamos en sembradoras y sabemos que es difícil estar siempre a la vanguardia, estar con la última tecnología, estar con lo nuevo en un segmento tan competitivo.
Si alguien hace sembradoras y otras máquinas, es difícil que pueda mantenerse siempre en la vanguardia. Para mí, en el futuro quedarán menos fábricas y que sean bien especializadas en sembradoras.

Otra etapa de expansión

En el caso particular de Tanzi, se encuentra encarando la renovación de la tecnología fabril…

Sí. Empezamos por el equipamiento de corte, plegado y estampado de chapas, invirtiendo $ 12 millones. La próxima etapa es toda la parte de mecanizado con desprendimiento de viruta, trazando un nuevo layout en esa sección de la planta y pidiendo cotizaciones de maquinarias vinculadas con elnueva mecanizado. Esto será en el segundo semestre de 2017.  El objetivo que perseguimos es duplicar la producción en 2018.

¿Cuáles son los nuevos equipos que presentará Tanzi en 2017?

A Expoagro vamos llevar un cuerpo de siembra totalmente nuevo. No tiene ni una pieza igual al anterior cuerpo de siembra. La máquina ya está trabajando y se la vendimos a algunos clientes puntuales.

Después habrá otro producto nuevo, que será un air cart, pero lo presentaremos en AgroActiva 2017. Y para el horizonte más lejano estamos trabajando en una máquina de granos gruesos con apertura lateral. Quizás se vea para fines de 2017.

Siempre entre los fierros

¿Cuándo te incorporaste a las actividades principales de la empresa?

Hace diez años, en enero de 2007. Fui tomando responsabilidades de a poco. Y en la dirección de la empresa estoy hace cuatro o cinco años.

La primera máquina que hice no me gustó, la corté, la tiramos en el patio e hicimos una nueva que fue un lujo. El chasis estuvo vigente hasta hace dos o tres años atrás.

Pero antes te destacaste en las carreras de motos…

Soy técnico mecánico con orientación hacia la maquinaria agrícola. Era estudiante de ingeniería industrial y después dejé porque era campeón argentino de velocidad y me salió una oferta para correr en un equipo de Europa. Viví tres años en España. Me fui a los 19 años y viví hasta los 23. Volví porque me cansé vivir afuera.

¿Cómo fue tu inserción en el trabajo de la empresa?

Empecé desde abajo. Cuando arranqué, trabajaba en el campo, viendo funcionar la sembradora, manejando el tractor. Y mientras manejaba las máquinas, iba viendo las cosas que no me gustaban del funcionamiento. Uno conoce de fierros –incluyendo lo que aprendí de las motos- y veía aspectos de las sembradoras que me parecía se tenían que reformar.

Ahí me empecé a meter dentro de la fábrica, más que nada en el Departamento de Diseño y comenzamos a hacer un prototipo nuevo de máquina y desarrollamos el primer chasis doble disco. Es más: la primera máquina que hice no me gustó, la corté, la tiramos en el patio e hicimos una nueva que, la verdad, fue un lujo y el chasis estuvo vigente hasta hace dos o tres años atrás.

Me puse a trabajar siempre muy cerca de la gente de Diseño, con dos o tres personas de mucha confianza y sigo trabajando al lado de ellos.

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