30/03/2017 | Ejecutivos | Entrevistas

Víctor Juri: “Siempre nos gustó crear y ser innovadores”

El presidente de la empresa pionera del sistema Air Drill en Argentina, cuenta el origen de la iniciativa y explica qué desafíos enfrenta hoy para seguir creciendo.

Víctor Juri

Por Jorge Freites.
Víctor Juri encarna sin fisuras la imagen del hombre que se ha hecho a sí mismo (o self made man, según la consagrada expresión en inglés). A los 12 años empezó a trabajar en una tornería de Carmen de Areco (su lugar bonaerense natal) para contribuir con la economía familiar. Cuatro décadas después veía en Europa cómo trabajaban con éxito las sembradoras que llevaban estampadas su nombre y su apellido.

En el medio, hay una historia amasada con esfuerzo y creatividad. Cuando se cuenta la historia de las sembradoras argentinas en el último cuarto de siglo, no se puede eludir el aporte de Víctor Juri.

El sistema Air Drill, hoy impuesto en el mercado nacional, empezó a caminar de la mano de un hombre que también se incorporó a la jerga del agro: “la Juri” no puede ser más que una sembradora.

Otro sello a fuego es la impronta familiar de la empresa (nació en 1980 como Tornería Juri). A tal punto, que algunos modelos de máquinas que fabrica están bautizados con las iniciales de los hijos de Víctor: María Paula, María Yanina y Adrián.

Esa trayectoria, y algunas innovaciones que están en el futuro inmediato, fueron repasadas por Víctor Juri en diálogo con MaquiNAC.

Cuando se prendió la lamparita

¿Cómo vislumbraron que el sistema Air Drill se podía incorporar al agro argentino?

Empezamos por la necesidad de evolucionar hacia temas nuevos. Siempre fuimos innovadores pero nunca nos interesó copiar, siempre nos gustó crear.

En su momento, logramos hacer la barra porta-herramientas para fertilizar en línea e incorporar fertilizantes líquidos y sólidos. En esto también fuimos los primeros.

Sin ver nada ni copiar nada, simplemente con la idea de que se podía hacer algo utilizando el aire, empezó la historia de la Air Drill.

En 1995 empezamos a ir a las exposiciones y la gente comenzó a pedirnos más autonomía en las máquinas. Nosotros ya sabíamos que en América del Norte se usaban sembradoras que eran rastrones con una tolva adelante y que trabajaban por aire.

Sin ver nada, sin comprar nada, ni copiar nada, simplemente con la idea de que se podía hacer algo utilizando el aire, hicimos un equipo para poner en una fertilizadora. Y ahí empezó la historia de la Air Drill.

Ese desarrollo, que diseñamos y patentamos, nos puso en el centro del mercado de la maquinaria agrícola en Argentina y, posteriormente, en algunos países de Europa.

¿De entrada, la máquina tuvo favorable recepción?

Cuando nosotros salimos con la sembradora Air Drill, ya habían entrado algunas de las marcas canadienses y andaban bien; pero no había ningún producto argentino.

Tuvimos la suerte de empezar bien, de ser los pioneros y no sólo eso, sino de mantenernos todo este tiempo. Y, aunque podríamos haber tomado con algún recelo el hecho de que otras empresas nacionales empezaran a incursionar en la Air Drill, entendemos que el sol sale para todos y nos viene bien que haya otros desarrollos.

Es un honor, después de todo, haber sido los primeros y que la gente nos reconozca.

El debut con el pie derecho

¿Cómo fue mirada la introducción de la Air Drill en el mercado argentino?

Como nosotros éramos chicos no hubo resistencias. Además, trabajábamos con los clientes que estaban abiertos a esa tecnología, especialmente los del sur de la provincia de Buenos Aires. Ahí entramos muy bien.

Y nadie vino a plantearme, en ningún momento, ni siquiera en los primeros tiempos, que “esto no puede andar”. Siempre los productores miraron la máquina con mucha atención y con perspectivas de futuro.

Nadie vino a plantearme, en ningún momento, que la Air Drill no podía andar.

Por supuesto, había alguna resistencia en ciertos concesionarios. A las fábricas no les molestaba tanto porque vendíamos muy poco en los comienzos, pero sí a determinados concesionarios zonales que, si vendían diez máquinas, nos tenían a nosotros vendiendo cinco.

En términos técnológicos ¿no hubo tropiezos?

Se impuso el buen tránsito de la máquina en la siembra; la innovación pudo más que alguna resistencia. Inclusive, todos los fabricantes (o el 80% de los fabricantes) vinieron a visitar nuestra empresa para ver cómo era el sistema. Y lo adaptaron varios.

El sistema específico de la sembradora Juri no se puede copiar porque está patentado, pero el circuito de aire y demás se podían hacer de una manera distinta y así ocurrió con otras empresas.
No vendimos más máquinas, en su momento, porque no podíamos producirlas. De lo contrario, podríamos haber colocado más cantidades.

Ahora no estamos solos

La competencia que surgió posteriormente ¿qué tuvo de positivo y de negativo?

Por un lado no fue positiva porque hoy yo estaría vendiendo más tranquilo. No podría abastecer a toda la demanda pero sí estaría más tranquilo.

En cambio, con la competencia actualmente tengo que remarla, por ejemplo con la cuestión comercial. Hay planes de venta de los concesionarios que toman máquinas usadas. Nosotros no podemos; si no es Juri, no la tomamos. Desde ese punto de vista, la competencia causa inconvenientes.

El sistema Air Drill no alcanzó la madurez tecnológica en Argentina. Siempre hay cosas por hacer.

Pero desde el aspecto tecnológico, uno sabe que el tiempo pasa y que uno ha dejado su huella. Y está bien…no puedo resistirme a un proceso. Pasó con la tolva descargable y con los monitores de siembra. Es algo que no se puede parar: la competencia aparece. Yo aprendo de ellos y ellos aprenden de mí.

En Argentina ¿alcanzó la madurez tecnológica el sistema Air Drill?

No, siempre hay cosas por hacer. Nosotros hemos sido innovadores en el sistema. Por ejemplo, en 2005 fuimos innovadores en poner el dosificador mecánico atrás y en abastecerlo por el mismo Air Drill. Hoy casi todas las fábricas lo tienen. Pero nosotros lo hicimos hace casi doce años.

También lograron llegar al exterior…

Llegamos a Francia y a Dinamarca, entre otros mercados de Europa donde las máquinas no son como acá; son de tres, cuatro o cinco metros. También entramos en Rusia pero no nos interesó, no nos gustó. Era un mercado complicado.

En Latinoamérica entramos bien en Uruguay que es un lugar donde las máquinas son de las mismas características que en Argentina.

Novedades para que no se quejen

¿Qué está preparando como innovación Industrias Víctor Juri?

Estamos trabajando en un equipo suplementario de arrastre para doblar la autonomía de siembra. Es para abastecer la tolva de la sembradora porque hay alguien que se queja de que tiene poca autonomía.

Hay alguien que se queja de que tiene poca autonomía. Entonces estamos haciendo un equipo suplementario para trabajar con doble carga.

Entonces, estamos haciendo un bunker para trabajar con doble carga; en vez de 4.000 kilos, que se pueda operar con 8.000 kilos y así no superpoblar la carga de la sembradora.
Es un producto que irá delante de la sembradora, abasteciendo constantemente el carro de atrás.

Es un ejemplo que se escucha al productor…

Claro. No se perdieron muchas ventas, pero algunas ventas se perdieron si tenemos en cuenta que alguna gente dice que hay poca autonomía.

Pero tampoco queremos hacer más grande la tolva de la sembradora porque se desequilibra el peso y se provocan otros problemas.

Fierros e innovaciones comerciales

¿Cómo se compone hoy la estructura industrial de la empresa?

Aparte de la fábrica, creamos una empresa paralela de corte, plegado, pantógrafo y cilindrado de caños. La hicimos con mi hijo Adrián y un amigo, el ingeniero Fernando Meoni. Trabajan quince personas, que proveen materia prima elaborada a distintas fábricas de la zona.

Además, por la demanda de nuestros usuarios, construimos una tercera planta para reparar las unidades usadas que los clientes entregan para adquirir una nueva o para restauración. Ahí también hacemos diversos desarrollos y tareas de fabricación de repuestos.

Fuera de la siembra y la fertilización ¿por qué incursionaron en el aspecto comercial con el sistema anti-incendios en cosechadoras de la firma Georgia?

El departamento de Desarrollo de nuestra empresa llegó a un entendimiento con la gente de Georgia y se analizó una necesidad de mercado para equipar las cosechadoras con un sistema que no existía.

Se analizó una necesidad de mercado para equipar las cosechadoras con un sistema anti-incendio.

Y Georgia había hecho algún trabajo al respecto pero no tenía la facilidad para entrar en el mercado agrícola; le iba a llevar mucho tiempo si lo intentaba de manera individual.

A la gente de Georgia le gustó la idea de trabajar en conjunto, reflotaron el proyecto y se terminó lanzando el sistema anti-incendio. Pensaron que en Víctor Juri podían encontrar el respaldo de una marca que les permitirá catapultar masivamente el producto en el aspecto comercial.

Ahora Industrias Víctor Juri es representante del sistema Georgia en todo el país.

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  • Industrias Victor Juri SA
  • Ruta Prov. 51, Km. 114 (6752)
  • Carmen de Areco (Buenos Aires)
  • Argentina
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  • [email protected]