11/12/2018 | | Tecnología

Las cosechadoras continúan con un fuerte proceso de transformación

Son más potentes, de mayor capacidad de tolva, suman plataformas más anchas y llevan la automatización a un nivel que las acerca a las máquinas robots.

Las cosechadoras de la segunda década del Siglo 21 muestran un perfil nuevo, de marcada transformación respecto a los comienzos del decenio pasado.

Las máquinas de recolección hoy ofrecen un completo portfolio de beneficios tecnológicos a los contratistas, los principales actores en este mercado.

Los prestadores de servicios protagonizan alrededor del 70% de la cosecha de granos en Argentina y aprecian los últimos desarrollos que tornan más eficiente el trabajo.

Particularmente, en los últimos 3 años surgió una familia de cosechadoras de última generación con cambios en todos los aspectos que hacen a su funcionamiento.

Resumimos las principales innovaciones incorporadas por los equipos de cosecha:

POTENCIA. En el año 2000, de acuerdo con datos del INTA, la potencia media vendida estaba en el orden de los 200 HP. Para el año 2010, el promedio ya había aumentado a 300 HP y actualmente la media está en los 370 HP.

ALMACENAJE. La capacidad media de la tolva también evolucionó. Pasó de 5.500 litros en el año 2000 a 8.000 litros promedio en el 2010 y supera los 10.000 litros en la actualidad (según estimaciones del INTA), con modelos que ofrecen una capacidad de más de 35.000 litros y 28 toneladas.

PLATAFORMAS. El ancho del cabezal también se fue ampliando, tendencia que se profundizó con el avance de los drapers. Las plataformas para recolección de soja y trigo se incorporaron en razón del mayor rendimiento que ofrecen cuando el ancho de trabajo supera los 40 pies.

AUTOMATIZACIÓN. La regulación automática de las funciones de la máquina está llegando a niveles que acercan a las cosechadoras al terreno de los equipos robots. Los últimos modelos suman automatismo, por ejemplo, en cuanto a la alimentación, demanda de motor, calidad de trilla, separación y limpieza en forma automática de acuerdo al estado de cultivo en cada momento, entre otros parámetros.

SISTEMA AXIAL. Ganan terreno las cosechadoras equipadas con sistema axial. Su principal ventaja, respecto a los rotores transversales convencionales, es la posibilidad de aplicar una agresividad progresiva al proceso de trilla. Así se reduce el daño mecánico, especialmente en los granos más secos que se separan en la fase inicial del proceso, al tiempo que se optimiza el uso de la potencia, aplicando la mayor agresividad de trilla en los tramos posteriores del rotor para “digerir” el material más complicado.

AGRICULTURA DE PRECISIÓN. Además de los generalizados monitores de rendimiento y humedad de granos, y de los pilotos automáticos, se suman sensores electro-ópticos que examinan, con impulsos lumínicos, el límite entre el campo cosechado y lo que queda por cosechar. También hay softwares específicos que permiten leer y transcribir datos recolectados por los dispositivos de Agricultura de Precisión.

TRACCIÓN. Van surgiendo versiones de cosechadoras que incorporan las orugas. Es el caso del sistema Terra Trac de Claas que permite velocidades de 40 Km/hora y opera con compensación eléctrica-hidráulica, que brinda a la cosechadora una menor vibración y más flexibilidad.

LIMPIEZA. Los cambios tecnológicos alcanzan también a los mecanismos de limpieza y refrigeración. Por ejemplo, la Serie 500 C de cosechadoras Challenger, reemplaza los tachos rotativos con el nuevo sistema V-Cool, compuesto por dos radiadores dispuestos en V para eliminar paja y granza. Con el formato en V, el flujo de aire hace una sola pasada a través de cada elemento, en lugar de pasar a través de varios como en un diseño típicamente apilado.

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