03/02/2020 | | Productos

Piersanti obtuvo la patente por el cabezal hilerador H3502

Fue a través del Programa de Examen Prioritario de Patentes (PEP) que implementa el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación.

Piersanti comenzó 2020 con la obtención de la patente por el cabezal hilerador H3502 que se utiliza en la recolección de porotos, el corte directo de pasturas y en otros cultivos, como chía.

El título fue logrado a través del Programa de Examen Prioritario de Patentes (PEP) que implementa el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación.

El PEP acelera el estudio de fondo de solicitudes de patentes, dentro de los 60 días corridos desde la presentación del formulario reglamentado.

El estudio se cumple con la misma rigurosidad y calidad que en el trámite convencional.

Creatividad

Juan Carlos Piersanti

Piersanti se convierte así en una de las primeras empresas en obtener la patente mediante el PEP y en este caso para un producto innovador que se utiliza en Argentina y en el exterior.

“El hecho de que el cabezal se acople a una cosechadora es lo que lo distingue de los que se encontraban en el mercado, hasta el momento, que son de arrastre”, explica Juan Carlos Piersanti, Presidente de la firma cordobesa.

“La aplicación la vemos en el cultivo de poroto, orgánico principalmente, que requiere secarse de manera natural y no permite el uso de fitosanitarios. Esos cordones de material en el piso se secan de manera pareja y natural”, agrega.

“El sistema de recolección y el ancho de los cabezales permiten hilerar más superficies de cultivo en menor tiempo”, subraya Piersanti.

Proceso

El primer acercamiento de la empresa al Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) fue en 2008 cuando comenzó a desarrollar un sistema de corte para sus cabezales.

Incluía la novedad de mantener la barra de corte flexible sobre un sistema de lonas rígido.

“Obtuvimos finalmente la patente de invención por ese desarrollo en el año 2018, después de muchos años de incertidumbre. Esa concesión fue un orgullo, dado que estamos hablando de la primera patente de invención que nos fuera otorgada”, expresa Piersanti.

“Hasta 2008 no habíamos ni siquiera registrado la marca Piersanti, por lo que es de imaginarse el cambio que significó en la estrategia de nuestra empresa habernos acercado al INPI y comenzar a gestionar la protección de los derechos de propiedad intelectual”, añade.