Si bien los esfuerzos del Gobierno nacional y también de las empresas fabricantes de tractores y de cosechadoras radicadas en el país es que el mercado argentino sea abastecido casi en su totalidad por productos nacionales, hay una parte de la demanda que está insatisfecha.

Eso se debe a la imposibilidad que tienen para traer desde el exterior equipos que cuentan con preferencias por parte de un grupo de productores y contratistas que prefiere tecnología importada.

Quienes defienden la posibilidad de que ingrese desde afuera maquinaria importada argumentan que con esa mayor oferta de equipamiento la posibilidad que tiene la demanda doméstica de tractores y de cosechadoras de acercarse a su punto de equilibrio (1.100 cosechadoras y alrededor de 7.000 tractores por año) sería mayor.

Esa contribución permitiría aumentar las chances de renovación de las unidades en el parque nacional y con ello hasta mejorar, en el caso de las cosechadoras, hasta 15% la productividad de la recolección.

Tiempo atrás, la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores (AFAT), entidad que agrupa a las principales multinacionales fabricantes de tractores y de cosechadoras con plantas en el país, advirtió que si bien el nivel de actividad comercial en el mercado nacional se encuentra algo mejor que años anteriores, está muy lejos de los valores normales de renovación.

Brecha tecnológica

Más allá de la estrategia que vienen desarrollando las empresas para nacionalizar modelos, la brecha tecnológica sigue estando en un determinado nicho de productos.

Aseguran que el proceso de sustitución no es de un día para otro y que, en el mientras tanto, hay una demanda que no se está abasteciendo

La disponibilidad acotada de dólares para importar es el principal freno con el que se encuentran las empresas para traer equipos desde el exterior. Estas compañías no tienen dudas de que si hubiera más disponibilidad de divisas para importar venderían más unidades.

No obstante, confían en una mejora para el año próximo, a partir de la construcción de una balanza comercial más equilibrada. Es por ello que apuntan a aumentar las exportaciones desde sus filiales en Argentina como una alternativa para disponer de más fondos para poder importar.

En los primeros ocho meses del año, y de acuerdo con datos de la División Agrícola de la Asociación de Concesionarias de Automotores de la República Argentina (ACARA), la venta de cosechadoras en el mercado doméstico fue de 431 unidades, 18% por debajo de los 524 del período enero-agosto del año pasado.

De mantenerse la tendencia para lo que queda del año, la adquisición de cosechadoras será menor a la del año pasado y muy lejos de lo que las fábricas consideran un promedio adecuado de reposición.

Entre los factores que influyen en este comportamiento la asociación de concesionarias identifica, “una disponibilidad de productos afectada por múltiples factores de público conocimiento”.

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