29/09/2021 | | Negocios

Más maíz y menos soja: ¿Cómo pega en los fierros del agro?

El cereal puede ir hacia una siembra récord y la oleaginosa al menor nivel de los últimos 15 años. Qué influencia se proyecta en el mercado de agromáquinas.

Mientras el maíz se afirma como el cultivo líder en Argentina, la soja se encamina a otra campaña de retroceso.

Es la proyección que hizo la Bolsa de Cereales de Buenos Aires para el ciclo 2021/22 y tiene su influencia en el negocio de las máquinas agrícolas.

Según la entidad, la oleaginosa ocupará 16,5 millones de hectáreas, la menor superficie de los últimos 15 años.

A su vez, el cereal llegará a 7,1 millones de hectáreas, todo un récord para completar la séptima campaña de crecimiento seguida.

Además, el maíz contribuirá en el Producto Bruto Agrícola casi al mismo nivel que la soja, dependiendo de que el clima no lo afecte en su momento crítico, que es la floración.

Impacto

Con 55 millones de toneladas de maíz proyectadas (con lluvias adecuadas mediante) y otros 44 millones de toneladas para la soja, se perfilan determinadas previsiones para el mercado de los fierros del agro.

Sembradoras 👉 Creció la incorporación de dosificación neumática y se multiplicaron las ventas de variantes para hacer corte por sección y dosis variable. Hay una fuerte refuncionalización de máquinas usadas con embragues en transmisiones flexibles, embragues eléctricos para combinar con dosificación neumática y también los motores eléctricos. Además, las sembradoras se enfrentan con más trabajo por la versatilidad actual del maíz. Se está sembrando maíz temprano, tardío, de segunda y maíz para silo.
Fertilizadoras 👉 Vuelve a expandirse el segmento de las incorporadoras que permiten incorporar nutrientes en la pre-siembra y también refertilizar cuando el cultivo de maíz ya está establecido. El avance de este tipo de máquinas es paralelo al crecimiento del cereal. El área fertilizada pasó, en los últimos 5 años, del 77% a 86% y las dosis de uso promedio de 186 a 242 kilos de fertilizante por hectárea. De todos modos, queda camino por recorrer porque los desajustes en la aplicación de nutrientes, en el agro argentino, todavía generan brechas de rendimiento de 2.095 kilos/hectárea, según Fertilizar Asociación Civil.
Pulverizadoras 👉 Están llamadas a entrar en acción especialmente en un escenario ambiental incierto y en un contexto de avance de siembras tardías, cuando las condiciones ambientales son más favorables a la aparición de enfermedades. Tanto para maíz como para soja será una campaña de monitoreo continuo para decidir aplicaciones estratégicas.
Cosechadoras 👉 Los cabezales maiceros tendrán una demanda sostenida, tendencia alimentada por el margen bruto positivo del cereal, que incluso está, a priori, por encima del que proyecta la soja. La tecnología que volverá a avanzar es la de los cabezales que permiten cosechar en cualquier dirección y con cualquier espaciamiento de siembra del maíz. En cosechadoras específicamente, se demandarán los servicios de las máquinas más potentes y veloces que permitan aprovechar al máximo todas las ventanas de cosecha.
Tolvas 👉 Para un ritmo de cosecha acelerado, los requerimientos recaerán sobre los modelos de mayor capacidad y de mayor versatilidad de maniobra para cubrir los procesos de descarga desde la cosechadora y el traslado hasta los camiones. En este sentido, hay que esperar una demanda enfocada en las versiones de tolvas que estén en 40.000 litros hacia arriba.
Embolsadoras 👉 Ya despuntan los pedidos de máquinas con alta capacidad de trabajo y facilidad de maniobra a fin de recibir los volúmenes que genera el maíz y apurar el almacenamiento en las mejores condiciones y con la mayor prontitud posible. Si el embolsado es de grano húmedo, se debe aprovechar el momento en que la humedad del cereal es superior al 17%.
Picadoras 👉 En la campaña 2020/21 se ensilaron 2.126.063 hectáreas, la mayor cifra de los últimos 5 años, según la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros. La previsión para el nuevo ciclo es, por lo menos, de una superficie similar y con un picado que iría, casi en partes iguales, a producción de leche y de carne. El silo de maíz sigue predominando en un 60% del picado, mientras que el sorgo sube a un 15% y el resto se compone de silo de verdeos y pasturas.

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