Los distintos instrumentos que se pueden negociar en su ámbito, como la Factura de Crédito Electrónica (FCE), han tenido gran protagonismo en lo que va del año para apalancar las necesidades de fondos de las empresas.

En los primeros ocho meses del año, la negociación de Facturas de Crédito Electrónica (FCE) en el mercado de capitales creció un 49% en relación al mismo período de 2020.

Esta herramienta ofrece alternativas de financiamiento para más de 200.000 empresas sin necesidad de evaluación crediticia, según un informe del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación.

Según datos de la Comisión Nacional de Valores (CNV), el financiamiento acumulado en el mercado de capitales durante el primer semestre ascendió a $ 558.275 millones, un valor 106% superior al del mismo período de 2020.

Las cifras destacan el aumento de los cheques de pago diferido (60%), que significaron 23% del total del financiamiento acumulado.

Si bien la comparación en contra un período marcado por la cuarentena contra el Covid-19, el dato no deja de ser venturoso ya que marca la necesidad de las empresas por obtener fondos para inversión.

Respaldo

Desde la creación de la FCE, más de 200.000 contribuyentes -de los cuales el 50% son Pymes empleadoras-, han generado una factura de este tipo a raíz de vincularse comercialmente con una empresa grande, aseguran desde el ministerio nacional.

Los datos provistos por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) reflejan que entre enero y agosto se emitieron en promedio mensual 381.000 FCE por $ 478.000 millones, de los cuales se negociaron $ 260 millones en el mercado de capitales a una tasa del 36%.

Estas opciones de financiamiento le permiten a las empresas acceder a dinero sin necesidad de calificar, ya que el sistema financiero evalúa el riesgo de la gran empresa y además no consume el cupo de crédito del proveedor.

Su potencialidad será aún mayor en la medida que las entidades bancarias se vayan incorporando al Nuevo Sistema de Circulación Abierta del Régimen de Factura de Crédito Electrónica, que entró en vigencia a partir del 1 de abril.

El Régimen de FCE establece que una micro, pequeña o mediana empresa está obligada a emitir este comprobante en todas las operaciones comerciales que realiza con una empresa grande (de un listado público que se actualizó el 01/09/2021 incorporando más firmas), siempre que el monto total sea igual o superior a $ 195.698.

Según la Cámara Argentina de Fintech (CAF), desde la emisión de la primera FCE en 2019, el sector ha ido evolucionando a punto tal de mostrar una tasa de crecimiento que ronda el 20% mensual.

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