La ciudad santafesina de Armstrong alberga a 74 empresas del sector, incluyendo fabricantes de maquinarias y agrocomponentes. Lidera el ránking de las localidades «más fierreras» de la Argentina.

Armstrong es la ciudad con más fábricas de maquinaria agrícola y agropartes de la Argentina.

Según el informe del IERAL, de la Fundación Mediterránea, en la localidad santafesina operan 74 empresas vinculadas al rubro, lo que representa 6,2% del total del país (1.202 empresas).

El estudio agrega que las empresas del sector dan empleo de manera directa a más del 20% de la Población Económicamente Activa de la localidad.

Con poco más de 15.000 habitantes y unas 2.000 personas que trabajan en las fábricas y servicios relacionados a las máquinas, no es exagerado decir que en Armstrong se «respira» el clima de los fierros del campo.

Proyección

La economía agrofierrera de Armstrong se alimenta de fabricantes y agropartistas, diseminados por distintos lugares de la geografía de la ciudad.

Pero también hay un Parque Industrial, con cerca de 30 empresas instaladas y capacidad para albergar a 80 fábricas.

Para completar el cuadro, funciona una escuela de agromecánica, cuyos alumnos egresan con el título de Técnico Universitario.

Pioneros

Son todos componentes de una historia que tiene sus orígenes en la década del ´40, como dejó reseñado Delmo Daró en su libro “Crónica Histórica”, obra que recorre la historia de Armstrong desde su nacimiento.

En 1948, los hermanos Pedro y Guillermo Ferrero constituyeron una sociedad dedicada en un principio a la construcción de sillas y luego empezaron con la fábrica de torniquetes.

También se formó Metalúrgica Armstrong y, posteriormente, indica Daró, el año 1954, Nazareno Crucianelli y Juan Achilli instalaron una herrería para reparación de molinos e implementos agrícolas.

También comenzaron con la fabricación de arados de rejas, reciclando timones usados de los famosos arados mansera, convirtiéndolos en los primeros de fabricación nacional.

De esos emprendimientos fueron surgiendo y ramificándose las posteriores empresas que hicieron y siguen haciendo grande a Armstrong.

La actualidad muestra una fuerte corriente de inversiones que están transformando a las fábricas y las renuevan con tecnología de última generación.