28/12/2021 | | Actualidad

¿La soja dejará de ser la moneda fuerte para los fierros?

Factores internacionales y locales podrían debilitar el valor de la oleaginosa en el agro argentino y hacerle perder su supremacía.

La soja cumple 20 años como la moneda fuerte y de referencia para las máquinas agrícolas argentinas.

El proceso comenzó con la crisis de 2021 que arrastró a los bancos y obligó a encontrar refugios para la producción agrícola.

Así, los silobolsas se convirtieron en una suerte de “depósitos”, referenciados en dólares, mientras la soja iniciaba su escalada.

Fueron años en que, cada temporada, el precio internacional de la soja aumentaba, en promedio, U$S 100 por tonelada.

Y en las exposiciones, las empresas de máquinas colocaban carteles con la cotización del día de la oleaginosa como una manera de atraer más negocios.

Amenazas

Ya con la tercera década del Siglo XXI en marcha, surgen factores locales e internacionales que arrojan sombras sobre el futuro de la soja como moneda fuerte para los agrofierros.

La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) alertó sobre circunstancias adversas que pueden convertirse en estructurales.

Los dos problemas principales son:

Caída de la producción en Argentina.
Expansión del procesamiento de la soja en Estados Unidos.

CIARA hizo notar que, mientras en el agro argentino la soja redujo su producción un 9% en los últimos diez años (pasó de 50 a 44 millones de toneladas), Brasil pasó de 75 a 144 millones de toneladas.

En el mismo período, Estados Unidos tuvo un crecimiento de la producción sojera de 91 a 199 millones.

“Nuestros competidores crecieron y se quedaron con toda la riqueza que genera la demanda creciente”, indicó la entidad en un informe.

El cuadro se completa con el estancamiento del volumen de soja procesada en el país, mientras Brasil y Estados Unidos expanden el procesamiento.

Transformaciones

Por otra parte, las exigencias globales para reducir la huella de carbono de los combustibles fósiles también le pegan a la soja.

Se espera que Estados Unidos acelere en los próximos años el procesamiento interno de la soja para abastecer su demanda interna de aceite para generar biodiésel.

Está en marcha la formación de un poderoso complejo de plantas de combustibles alternativos para reemplazar gradualmente el gasoil de origen fósil.

Por cada tonelada de aceite de soja que se obtenga en Estados Unidos, habrá cuatro toneladas de harina de soja que irán a los mercados internacionales para competir con el mismo producto argentino.

“La mayor producción americana impactará negativamente sobre el primer producto de exportación nacional, desplazará a la Argentina de mercados internacionales y hará caer el precio de la harina de soja argentina. Menos divisas para el país, menos crecimiento económico nacional por falta de dólares”, remarcó CIARA.

Además, la entidad sostuvo que si Argentina hubiera sostenido un crecimiento de la producción sojera, “hoy estaríamos produciendo más de 70 millones de toneladas anuales y hubiésemos generado divisas adicionales en similar cuantía a la deuda externa que tenemos con el Fondo Monetario Internacional”.