04/01/2022 | | Tecnología

AAPRESID alerta sobre el mayor uso de equipos de labranza

La entidad manifestó su preocupación por el aumento de la superficie que se está laboreando en Argentina.

La etapa que se abrió en el mercado argentino con el mayor uso de rastras y otros equipos de labranza despierta voces de alerta.

La Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID) expresó su preocupación “por el considerable aumento de la superficie agrícola labrada” en Argentina.

“El porcentaje de adopción de siembra directa se ha visto disminuido en ésta última campaña 2020/21 en un 3% en comparación con la campaña anterior, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires”, indicó la entidad.

“Si bien las causas de esta situación pueden ser variadas e incluso estar relacionadas al costo de los insumos, centraremos el enfoque al aspecto físico y las consecuencias sobre el recurso suelo”, manifestó AAPRESID.

Consecuencias

“Queremos destacar que se necesitan al menos 20 años sin intervenciones del suelo para alcanzar la estabilidad del sistema y lograr que se visibilicen todos los beneficios de la siembra Directa. Cada labranza que hagamos nos retrotrae al día cero”, puntualizó la institución.

“Por otro lado, numerosos trabajos de investigación demuestran que el incremento de la actividad agrícola, caracterizado por la elevada frecuencia del cultivo de soja, la falta de rotaciones con pasturas y las labranzas han producido una notable disminución de los niveles de materia orgánica de los suelos”, agregó.

También recordó AAPRESID que la remoción del suelo producida bajo labranza convencional genera caídas en los niveles de carbono.

El carbono orgánico del suelo y la agregación dependen del uso y del sistema de manejo utilizado, por afectar la estabilidad de los agregados.

La labranza convencional incrementa la aireación del suelo y rompe los macroagregados.

“Esta ruptura de agregados hace que las partículas de limo queden libres, reacomodándose y formando estructuras laminares de mayor densidad que dificultan el desarrollo de raíces y la infiltración del agua”, explicó AAPRESID.

“Como solución, el productor usa labranzas para romper esas láminas, aumentando la oxigenación y combustión de materia orgánica, logrando una remediación en el corto plazo. Sin embargo, con las sucesivas lluvias estos minerales libres se reacomodan nuevamente y vuelven a formar dichas estructuras”, añadió.

Malezas

Por otra parte, para el control de malezas, en lugar de los métodos de labranza convencional, AAPRESID propone la denominada agricultura siempre verde.

“Aquí los cultivos de servicio juegan un rol primordial en el control de malezas, siendo éste uno de sus numerosos servicios ecosistémicos”, afirmó la entidad.

“Por medio de una intensificación diversificada de cultivos, podemos lograr un eficiente control de malezas y a la vez disminuir la presión de selección de malezas resistentes que se viene generando por medio del control químico”, agregó.

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ETIQUETAS: AAPRESID, Equipos de labranza

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