27/04/2022 | | Tecnología

Las estercoleras también tienen “renta inesperada”

La crisis de los fertilizantes tradicionales revaloriza la función de las máquinas que esparcen residuos pecuarios. Qué pasa en Argentina y en otros países.

El negocio de las estercoleras y las abonadoras también está viviendo un período de “renta inesperada”.

O tal vez se podría decir que el rubro disfruta de un “marketing inesperado” a partir de la crisis de los fertilizantes tradicionales.

En Argentina y en otros países, los equipos para aplicar y esparcir residuos pecuarios se están revalorizando ante un escenario en erupción.

Impacto

“Es increíble cómo han explotado las consultas sobre abonadoras, equipos de compostaje y tanques para líquidos”, indica Juan Kabusch, Responsable Comercial de Ecomanagement, la empresa del Grupo Nort.

“Podemos hablar de tres o cuatro veces más de consultas respecto a los niveles habituales”, agrega.

“La situación ayuda a dar fuerza al paradigma de poner en valor los residuos agropecuarios”, indica Kabusch.

El panorama de Argentina se replica en otras latitudes. En el mercado estadounidense se ha disparado la demanda por los equipos para gestionar desechos de la ganadería.

«El estiércol es absolutamente un producto de moda. Tenemos clientes en lista de espera», coinciden en señalar concesionarios estadounidenses de máquinas y empresas que hacen la gestión de efluentes.

Derivaciones

El aumento del precio de los fertilizantes tradicionales se desencadena de manera inoportuna, porque Argentina estaba potenciando su utilización.

El 2021 cerró como el año de mayor consumo de fertilizantes en el mercado argentino, con un total cercano a los 5,6 millones de toneladas, según datos de Fertilización Asociación Civil.

Sumando todos los grupos de fertilizantes, el año pasado Argentina debió importar 4,5 millones de toneladas, vale decir, el 80% de lo que consume.

Del total importado, 33% corresponde a fertilizantes nitrogenados que han tenido incrementos superiores a 220% en el último año.

Interesantes

El encarecimiento de los nutrientes para el suelo ya tiene su reflejo en el manejo de insumos para la próxima campaña de granos finos.

La fertilización para el trigo caería un 20%, según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

La duda se extiende hasta el segundo semestre, cuando el agro deba tomar decisiones sobre la siembra gruesa.

No es extraño, entonces, que el mercado encuentre atractiva la variante de emplear abonos que provienen de la producción animal.

Las fuentes de esos fertilizantes están en la lechería, los feedlots, los establecimientos de cerdos y las explotaciones aviares.

En un criadero de porcinos, los animales generan de cinco a seis litros de efluentes y, sumando el agua, se llega a los 20 ó 25 litros diarios.

Un criadero de 100 madres, por ejemplo, tiene un promedio mensual de mil cerdos y aproximadamente 20 mil litros de efluentes diarios.

A su vez, un tambo con 140 vacas en ordeñe y una producción de 2.500 litros/día promedio de leche, genera unos 4.000 litros de efluentes por día.

Por otra parte, fertilizar con 10 toneladas de cama de pollo equivale a aplicar en el suelo 550 kilos de urea y 500 kilos de súper fosfato triple.

TEMAS RELACIONADOS: Tendencias del mercado Fertilización
ETIQUETAS: Abonadoras, Estercoleras

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