17/05/2022 | | Actualidad

Créditos para agromáquinas: Tensión con las tasas

El aumento en el nivel de los intereses hace perder el atractivo del financiamiento en pesos. Además, se acota el margen que pueden subsidiar los fabricantes.

Por Jorge Freites
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Los créditos en pesos para la compra de máquinas agrícolas están llegando a un punto de suma tensión con las tasas.

Aunque todavía resultan negativas porque la inflación anual se proyecta en torno al 60%, han escalado de tal manera que ya afectan al nivel de operaciones.

En lo que va de 2022, el Banco Central ya subió cinco veces la tasa de referencia que saltó del 38% en enero a 49% en mayo.

Se descontaba que habría un nuevo aumento en mayo porque, por un lado, la inflación en Argentina no da señales de ceder en un grado considerable.

Lo prueba el último dato conocido: En abril el aumento del índice de precios al consumidor fue del 6%.

En función del acuerdo con el FMI, las tasas tendrán que moverse hasta hacerse positivas, especialmente si no cede la escalada inflacionaria.

Contexto

Por otra parte, el contexto internacional no está ayudando a las condiciones financieras del mercado argentino.

La Reserva Federal aumentó la tasa de referencia en 50 puntos básicos, marcando la suba más abrupta desde 2000.

Además, comunicó que desde junio próximo apurará los planes de contracción en la liquidez. Al mismo tiempo, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra vienen acompañando esa tendencia.

También está latente la posibilidad de que la Reserva Federal apure el ajuste para afrontar la inflación que no se desacelera en Estados Unidos.

Como se sabe, el incremento de tasas en las economías centrales va de la mano del debilitamiento de las monedas de países emergentes y de la caída en la cotización de los commodities.

Consecuencias

El panorama de tasas crecientes genera incertidumbre en el negocio argentino de agromáquinas porque se empiezan a agotar los márgenes de financiamiento.

Es sabido que los fabricantes, dependiendo de los convenios logrados con los bancos, subsidian la tasa de los créditos en varios puntos.

En otras palabras, resignan rentabilidad para que el interés que se propone a los clientes, sea el menor posible.

Ese punto de inflexión se considera cercano y preocupa tanto a las fábricas como a los usuarios.

Por otra parte, y si bien las tasas todavía se pueden considerar negativas respecto a la inflación, no son aceptadas por todos los clientes que buscan comprar a través de un crédito.

Contratiempos

A todas estas cuestiones, se agregan las entregas diferidas de máquinas que vienen de los altos niveles de ventas de 2021.

Si un potencial cliente procura comprar hoy un equipo con un crédito en pesos, la entrega puede demorar, por ejemplo, 60 días.

En ese plazo, el precio de la máquina se mantiene abierto porque, en las actuales condiciones, resulta imposible mantenerlo fijo en pesos.

Por lo tanto, el crédito en pesos que hoy puede sacar un cliente no llegará a cubrir el valor del equipo en 2 meses más.

Es un proceso que, incluso, está condicionando negocios ya cerrados porque al no tener máquinas disponibles actualmente, las fábricas deben plantear precios más altos cuando el crédito para la operación finalmente es acordado.

Por todos estos motivos, las listas de precios de máquinas en el mercado argentino se han dolarizado porque el dólar es la referencia concreta para hacer negocios.

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