13/05/2022 | | Actualidad
La incógnita del segundo semestre
Los aumentos en los costos de producción y el factor de la incertidumbre podrían incidir en el ritmo de ventas de la segunda parte de 2022.
El mercado argentino de máquinas agrícolas se sigue moviendo durante 2022, aun en medio de las incertidumbres económicas.
En el sector hay coincidencias sobre la permanencia de la demanda, aunque también existen algunas advertencias sobre el nivel que podría tener en el segundo semestre del año.
“La primera parte de 2022 es buena; después no sé. En Argentina, lo que queda hasta el segundo semestre es una eternidad”, define el gerente comercial de una empresa nacional líder.
Una cuestión clave en lo que vendrá consiste en el ánimo que puedan tener productores y contratistas para invertir en tecnología.
Incrementos
En ese ánimo pesarán los aumentos en los insumos para producir los granos gruesos de la campaña 2022/23.
Especialmente, incidirán los precios y la disponibilidad de los fertilizantes, fundamentalmente de los nitrogenados y fosforados, que usualmente provienen de Europa del Este.
En ese sentido y según un informe de Equilibra, «serían necesarios, aproximadamente, U$S 1.970 millones adicionales para abastecer la demanda de fertilizantes».
Tal monto resultaría necesario en la medida que el consumo de nutrientes para el suelo se sostenga en los volúmenes que tuvieron en la temporada anterior.
Otro factor que genera preocupación es el precio y la disponibilidad de gasoil que podrían registrarse cuando deba emprenderse la siembra de los granos gruesos.
Producción
Por otra parte, en el poder adquisitivo del mercado también ejercerá influencia el número final de la cosecha 2021/22.
Algunas estimaciones habían ubicado la producción granaria por encima de los 135 millones de toneladas.
Ahora aparecen proyecciones sobre una caída a 120 millones de toneladas, con bajas sensibles en soja y maíz.
De todos modos, la cuenta definitiva dependerá de cómo evolucione el maíz tardío que se sembró en buena medida, con la reaparición de lluvias en determinadas zonas.
Hacia adelante, suma incertidumbre también el comportamiento errático que exhibe el clima.
La amenaza de una tercera Niña dispersa dudas entre los productores respecto a los planteos agrícolas que resultarían más lógicos y cuáles serían los costos de implementarlos.
Mientras tanto, los alquileres por campos de buena aptitud agrícola aumentan o, por lo menos, se mantienen.
En el sudeste de Córdoba se están pagando hasta 22 quintales/hectárea, de acuerdo con un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Más del 70% de la superficie en Zona Núcleo se trabaja bajo alquiler. Y en el 92 % de los casos la modalidad de contrato que predomina es “quintales fijos a precio soja lleno”, señala el trabajo de la entidad.
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