20/07/2022 | | Tecnología

Barrales remasterizados: Cómo evolucionan

Surgen estructuras mixtas e innovaciones orientadas a aligerar el peso y a dotar de mayor funcionalidad a las alas.

Los botalones que equipan a las pulverizadoras autopropulsadas continúan evolucionando en materiales y variantes.

Los cambios acompañan la tendencia hacia mayores anchos de trabajo en el mercado argentino, que se van concentrando en las versiones de 36 metros, e incluso se alargan a los 42 metros.

Esa búsqueda de mayor autonomía de trabajo también genera la necesidad de encontrar alternativas para aligerar el peso.

Además, se apunta a dotar de mayor funcionalidad y operatividad a las alas, minimizando los inconvenientes que puede acarrear el mayor ancho de labor.

Menú

Básicamente, en Argentina se utilizaban los barrales de acero y progresivamente se fueron incorporando los botalones de fibra de carbono y aluminio.

Los nuevos materiales se generalizaron al permitir el aumento del ancho de trabajo, proporcionando mayor productividad.

Al reducirse el peso, la pulverizadora gana en dinámica, haciendo más hectáreas con la misma velocidad y el consiguiente ahorro de combustible.

Asimismo, con el menor peso general del equipo, se reduce la compactación del suelo.

También la fibra de carbono abrió paso a las variantes de botalones híbridos, integrando una sección de acero con otra de fibra de carbono.

Incluso, los barrales de fibra de carbono han sumado recientemente otras mejoras, como punteras plásticas que confieren mayor resistencia a la abrasión y a los impactos.

En los productos de aluminio se pone en la mira la distribución del peso, de manera que la mayor parte se concentre en la zona central del equipo pulverizador.

Así se minimiza el brazo de palanca que genera el barral, logrando mayor estabilidad provocando menores tensiones sobre el basculante.

Mejoras

Por otra parte, los botalones van incorporando elementos que posibilitan afrontar las altas exigencias de trabajo.

Por ejemplo, se adicionan suspensiones en los basculantes, en los sistemas de apertura y en las riendas de apoyo, permitiendo mayores velocidades de trabajo.

También se mejoraron los sistemas basculantes, los mecanismos de pliegues y las formas en que se levantan o despliegan las alas.

Asimismo, se amplió el rango de posibilidades para fijar la altura de trabajo del botalón.