La columna de Alejandro

Por Alejandro Rollán

18/08/2022 | Opinión

Días claves en el Congreso para una ley que fomenta a la maquinaria agrícola

Con carácter prioritario comenzará el debate del proyecto de promoción de la agroindustria, que contiene beneficios impositivos para la adquisición de los equipos.

Después del receso legislativo, el Congreso nacional comenzó a delinear la agenda del segundo semestre, con algunos objetivos bien definidos.

En la Cámara de Diputados, y a pedido del ministro de Economía Sergio Massa, el proyecto de Ley de Fomento al Desarrollo Agroindustrial, que busca generar divisas y nuevos puestos de trabajo en la producción de las 24 cadenas de valor del país, tiene prioridad en su tratamiento.

La discusión de la iniciativa, consensuada entre el Poder Ejecutivo y el Consejo Agroalimentario Argentino (CAA), se inició el pasado 6 de julio cuando expusieron ante el plenario de comisiones el entonces secretario de Agricultura, Matías Lestani, y de representantes del sector, así como de los referentes de la Mesa de Enlace y de sectores productivos.

El proyecto oficial apunta a lograr una mayor industrialización en la actividad agropecuaria para exportar con mayor valor agregado, a través de la incorporación de inversiones y de mayor tecnología, como por ejemplo maquinaria agrícola entre otros bienes e insumos.

El objetivo que plantea la iniciativa es alcanzar en 2030 exportaciones por U$S 100.000 millones y la generación de 700.000 nuevos puestos de trabajo.

La maquinaria agrícola, en la grilla

Según el proyecto, la maquinaria agrícola se podrá amortizar en tres cuotas en adelante (lo habitual son 10) y será para bienes de producción nacional, y en cuanto al IVA se reduce de seis a tres meses el plazo para pedir su devolución.

Si bien durante la redacción del proyecto se buscó incorporar beneficios adicionales para el sector, como por ejemplo, un plan canje, el contenido final quedó reducido sólo a ventajas impositivas.

Además, el proyecto prevé que la amortización de las inversiones pase de tres años a uno.

Para desembolsos en construcciones –excluidas las viviendas– y de infraestructura, establece que la cantidad de cuotas anuales, iguales y consecutivas será la que surja de considerar su vida útil, reducida al 50% de la estimada.

Además, contempla un bono fiscal equivalente al 50% del valor para los productores que adquieran semilla fiscalizada de especies como legumbres, forrajeras, hortícolas, cereales y oleaginosas. Este instrumento podrá descontarse de manera adicional del pago del Impuesto a las Ganancias. Será un beneficio exclusivo para la semilla de producción nacional.

También contempla que los saldos a favor de IVA pueden ser descontados de otros impuestos.

Por el momento, el proyecto de ley que no está contemplado para su tratamiento es el que busca definir las características y el alcance de la maquinaria agrícola nacional; una propuesta que nació de CAFMA y que cuenta con el apoyo de las cámaras provinciales que agrupan a la maquinaria agrícola.

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