30/08/2022 | | Actualidad

Los agrofierros entran en una campaña con menos vitaminas

Habrá un menor uso de insumos por la caída en el poder adquisitivo de los granos y por los problemas derivados del clima.

Por Jorge Freites
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Los agrofierros entran en la campaña gruesa 2022/23 con menos vitaminas y la posibilidad de ciertos “recesos laborales”.

Se perfila un menor uso de insumos, especialmente de herbicidas y fertilizantes, debido a la baja en el poder adquisitivo de los granos y también por las dificultades derivadas de un clima hostil.

Así lo demuestra un relevamiento de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) que sondeó las intenciones de los productores.

A trazos gruesos, predomina el ánimo de reemplazar insumos y ajustar cantidades de insumos, particularmente en gramíneas.

Esta tendencia tiene un correlato con las primeras estimaciones de la campaña de granos 2022/23, que en trigo ya confirmó una caída del área sembrada, en relación al año pasado.

Diferencias

“La capacidad de compra del productor argentino se ve condicionada por el contexto local”, señala el informe de CREA.

Para la campaña 2022/23, con una tonelada de soja y maíz se compra menos volumen de urea, en comparación a competidores directos como Estados Unidos, Uruguay y Brasil.

En soja, el poder de compra en relación al ciclo anterior cayó entre 35% y 50%, mientras que en maíz la pérdida de poder adquisitivo oscila entre 20% y 40%.

“Dada la incertidumbre y los altos precios del mercado de insumos, un 23% y 20% de las empresas planean reemplazar fertilizantes y herbicidas, respectivamente”, alerta CREA.

Además, un 29% planea disminuir las dosis de nutrientes.

Consecuencias

“En una primera aproximación, la menor capacidad de pago del productor impactaría en la producción y en la sostenibilidad de los sistemas”, indica la entidad.

En 2021, la reposición de nutrientes, de acuerdo a cálculos privados, llegó a los 5,6 millones de toneladas, cifra récord para el sector.

Para este año, y con productores que ante el panorama económico y climático juegan a la defensiva, las estimaciones proyectan que no se podrá superar el volumen.

Un ejemplo de esta situación es el trigo, uno de los cultivos más demandantes de esta tecnología. Para este año, la cosecha caería en casi 5 millones de toneladas.