14/11/2022 | | Productos

Botalum tiene una dieta equilibrada para las pulverizadoras

En sólo ocho años de trayectoria, posicionó el barral de aluminio. Con menos peso, extiende el ancho de labor, baja costos y reduce el efecto de pisado de la máquina.

Botalum es una empresa joven si se mide el trayecto recorrido en los ocho años transcurridos desde su surgimiento en 2014.

Pero, al mismo tiempo, se puede decir que Botalum, la firma con base en Rosario (Santa Fe), le ha dado profundidad a su huella en el rubro de los botalones para pulverizadoras.

Nacida en tiempos en que aparecían otros materiales para los barrales, Botalum armó una dieta justa: barras de aluminio que, al bajar el peso, permitieran ampliar fuertemente el ancho de trabajo.

Una receta que, incluso, llamó la atención de CNH Industrial hasta aprobarla para equipar las pulverizadoras Defensor que preparó, bajo sus marcas Case IH y New Hollad, para el mercado local.

Comienzos

El diseño original del botalón surgió de la inquietud de Fernando Campagnaro por mejorar la performance de las pulverizadoras que producía la empresa familiar.

De ese objetivo emergió el negocio de ofrecer al mercado de pulverización una fórmula que combinara alta productividad y costos accesibles.

“Los dos primeros años de difusión fueron un poco duros porque había que convencer al mercado. Pero finalmente la gente aceptó el producto”, describe el ingeniero Esteban Ribotta, Responsable del área de Fabricantes y Comercio Exterior de Botalum.

“Hoy tenemos el orgullo que nadie nos llama para decir que tiene un problema con la barra”, agrega.

Junto con la funcionalidad, Botalum ha tenido otros reconocimientos por su creación, como por ejemplo, haber recibido el Sello del Buen Diseño Argentino.

Hoy ofrece barrales de 30, 32, 36 y 40 metros de extensión.

Crecimiento

La irrupción del botalón de aluminio se produjo en un contexto en que las pulverizadoras tenían la necesidad de pegar el estirón.

“Cuando nosotros arrancamos en el 2014, las máquinas más largas tenían 28 metros y algunas se atrevían a 32 metros, aunque sin buenas respuestas”, recuerda Ribotta.

“Tras las dudas del mercado, fuimos vendiendo y nos fuimos haciendo un nombre porque hoy decimos barra de aluminio y la gente dice: ´Ah! Sí, Botalum´; eso ayuda a vender”, agrega.

Impulso

El avance de Botalum no sólo se dio en el mercado general de usuarios de pulverizadoras. También una marca global como CNH Industrial se fijó en la tecnología de la empresa santafesina.

“En el camino recorrido por la empresa, hicimos un contrato con CNH para las máquinas Case IH y New Holland que se diseñaron para Argentina”, indica Ribotta.

Son los equipos de la línea Defensor, diseñada exclusivamente para el mercado argentino.

Son máquinas livianas, equipadas inicialmente con un barral de 27 metros que pudo pasar a 36 metros con el producto de Botalum.

“Colaborar con CNH nos ayudó porque nos planteó estándares internacionales de trabajo que hoy nos sirven para proyectar al exterior. Si, por ejemplo, hay interés de una empresa europea, apretamos una tecla de la computadora y tenemos toda la información del producto”, destaca Ribotta.

“Nos ayudó a evolucionar y a sumar mejoras en la barra”, añade.

Atributos

El sistema de Botalum es mixto entre aluminio y acero. Las partes móviles son de acero y las demás, de aluminio.

Está patentado para once países, incluyendo Estados Unidos y Brasil y mercados europeos como Alemania, por ejemplo.

“Lo que nosotros vendemos es ancho de labor. Si una máquina tiene una barra de 25 metros, pasa a 36 metros y la rentabilidad se duplica o incluso más”, resume Ribotta.

“Las ventajas son múltiples, pero podemos mencionar el aprovechamiento de las ventanas de trabajo, algo fundamental para los contratistas, que son nuestros clientes”, agrega.

“Una de las ventajas que más rentabilidad brinda consiste en que la máquina pisa menos. Es tremenda la diferencia”, enfatiza Ribotta.

“Uno de nuestros clientes, al respecto, nos comentó que, sacando la cuenta, pagaba el botalón en un año, solamente con el beneficio de lo que la máquina dejaba de pisar”, puntualiza.

“Debe ser el único producto que se paga en una campaña”, resalta Ribotta.

Proyección

El botalón de aluminio es de fácil instalación y la empresa ha desarrollado, aproximadamente, 25 adaptadores para adecuarlo a todas las marcas de pulverizadoras.

Para algunas marcas, incluso, ha diseñado dos o tres adaptadores, según las necesidades que plantean determinados modelos.

Actualmente, Botalum está exportando a Uruguay, Paraguay y Bolivia. Tenía perspectivas de llevar su tecnología a Rusia, pero el conflicto con Ucrania dejó en suspenso la posibilidad.

Por otra parte, la empresa se mudó de una fábrica de 600 m2 que ocupaba en Rosario a otra más amplia y continúa invirtiendo en tecnología fabril.

Noticias

[VIDEO] Tristar: La atomizadora triple

[VIDEO] Trackzilla: El manipulador telescópico más grande del mundo

[VIDEO] El camión trasportador de megafardos de Fliegl

[VIDEO] VAX: La «joya» robotizada de Metalfor

Botalum (Logo)

  • Botalum SRL
  • Uruguay 3245 (S2000)
  • Rosario (Santa Fe)
  • Argentina
  • +54 9 341 659-0220
  • [email protected]