27/12/2022 | | Tecnología

Atomizadores, los guardianes de los cultivos regionales

Son equipos que han evolucionado para atender las necesidades y características de un amplio abanico de plantaciones.

Los atomizadores son en el mercado argentino los guardianes contra plagas de los cultivos regionales.

Pulverizan tanto especies de hortalizas como frutos de carozo y pepita y demás variantes de la frutihorticultura.

Uno de los objetivos de los atomizadores es cubrir mayor superficie de trabajo con menores costos, en explotaciones de variadas escalas y montes portes bajos y grandes.

Calidad

Los equipos han evolucionado en versatilidad y robustez y también en capacidades y prestaciones a fin de atender las necesidades de plantaciones de distintos portes.

Son máquinas de arrastre que ofrecen diferentes capacidades y que están diseñadas para hacer trabajos ágiles y eficientes.

Otro atributo indispensable es la sencillez en la maniobrabilidad a fin de facilitar la tarea del operario, junto a una potencia adecuada.

Transformaciones

Los ventiladores incorporaron materiales que les permiten ser resistentes a la acción corrosiva de los agroquímicos.

Las paletas se configuran de manera que puedan brindar un patrón de aire producido que sea de uniforme distribución y proporcione óptima cobertura en las distintas partes de las plantas.

También hay distintas variantes de deflectores a fin de regular la velocidad del aire y manejar el potencial de deriva.

De esta manera, los deflectores posibilitan que el atomizador alcance la mayor eficiencia según sea la densidad foliar de los cultivos.

Asimismo, pueden ser verticales en los casos que se requiera ese direccionamiento.

Atributos

Los tanques también se construyen con componentes que resisten a la corrosión y brindan marcadores de nivel con escala graduada y agitación mecánica del producto, por ejemplo.

Las bombas, en la misma sintonía, se fabrican con materiales que afronten el desgaste y también ofrecen una escala extendida de caudales.

Por su parte, los porta-boquillas facilitan los recambios y evitan desperdiciar el agroquímico que se acumula dentro de los ramales después que se cierra la pulverización.

Así se ahorra producto y se reduce el daño al medio ambiente.

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