01/12/2022 | Empresas | Negocios

Piersanti, la empresa que “vio” la soja y el draper

De su taller propio evolucionó hacia las plataformas que optimizaron la recolección de la oleaginosa.

Por Jorge Freites
+54 351 6640905
[email protected]

Pronunciar hoy el apellido Piersanti, en el mundo del agro, equivale a hablar de tecnología para cosecha.

Más específicamente, equivale a referirse al draper y a la reforma a lona de plataformas, las especialidades de la empresa de Noetinger (Córdoba).

En esta realidad de lugar ganado dentro de los industriales destacados de las máquinas agrícolas, Piersanti tiene por detrás de una historia que arranca cuando la soja todavía no se había sentado en su trono de reina.

Visionario

Juan Carlos Piersanti es el gestor del emprendimiento que le puso colores nacionales a los equipos recolectores.

Su vinculación con los fierros del agro empezó muy pronto en su vida porque a los 16 años ingresó a trabajar a la fábrica de cosechadoras Araus en Noetinger.

Su condición de empleado concluyó al decidir que era tiempo de iniciar una obra propia e independizarse.

Entonces, Juan Carlos puso un taller por su cuenta y contrató a dos empleados. Con el tiempo, ya en 1986, año considerado fundacional, se convirtió en el germen de la empresa que es hoy.

“Vimos que los cabezales eran la gran necesidad para el campo porque se venía la soja y no había nada para levantarla debido a que tenía poco despeje la chaucha”, rememoró alguna vez Juan Carlos.

Recorrido

El primer paso fue incursionar en la barra flexible y después Piersanti empezó a fabricar el cabezal completo, no sólo el kit de flexibles.

En la primera década del Siglo XXI, con la soja en imparable avance, la empresa se puso al frente de la evolución en la cosecha.

En 2007 hizo el primer prototipo de cabezal draper con sistema de corte flexible y flotante.

Ese desarrolló ganó en 2009 la Medalla de Oro en los premios Ternium Expoagro. Y luego llegaron más reconocimientos.

Hubo una Medalla de Plata en los mismos galardones por el draper hilerador y con la renovación del draper, en 2020, llegaron más distinciones.

La nueva versión, el draper DF-2000 ganó la Medalla de Plata y la Mención al Diseño Industrial, también en los premios Ternium Expoagro.

Así, Piersanti reinvidicó toda una trayectoria proyectada hacia el mejoramiento de la tecnología de recolección.

“A la plataforma siempre se la tuvo en un segundo plano y es la que alimenta a la cosechadora. Nos dimos cuenta y acompañamos la evolución del agro. A las renovaciones de las maquinarias las agarramos a todas”, resumió Juan Carlos Piersanti cuando le tocó ponerle palabras a la función de su empresa.