12/01/2023 | | Maquinac Global

Máquinas y agricultura: ¿El nuevo factor de poder?

Las tecnologías que aumentan los rindes y la capacidad de generar alimentos se convierten en herramientas de influencia para los países.

Las máquinas agrícolas y sus capacidades para aumentar la productividad agrícola, ocupan ahora un lugar más importante en la agenda política de los países.

Ocurre que los Estados utilizan cada vez más la producción de alimentos para ejercer su influencia en la arena política internacional.

En este escenario, la tecnología juega un papel decisivo para aumentar los rendimientos productivos y asegurar el autoabastecimiento alimentario.

Fundamentos

“En el panorama geopolítico contemporáneo, la competencia entre Estados no se da únicamente en el terreno de la industria, las materias primas o las finanzas, sino también en el de la producción de alimentos”, afirma Darío Fabbri, analista internacional.

El sector primario es, por tanto, como los demás, utilizado por los Estados para ejercer su influencia en el ámbito internacional y así condicionar las políticas de sus competidores.

“La guerra entre Rusia y Ucrania es también una guerra agrícola y es significativo que el único terreno común encontrado hasta ahora entre los dos beligerantes haya sido precisamente en las exportaciones de trigo de Odessa”, comenta Fabbri.

“El acuerdo permitió desbloquear una situación que podría haber socavado la estabilidad política de los países de África y Oriente Medio más dependientes del trigo ucraniano”, agrega.

“Si hoy la agricultura es también una herramienta para ejercer influencia política, la cuestión de la autosuficiencia alimentaria y el aumento de los rendimientos productivos se ha convertido en un tema estratégico para muchos estados”, destaca el analista.

Gigantes

“Un juego muy importante es el que están jugando India y China en el campo de la independencia tecnológica, con el fin de crear máquinas cada vez más avanzadas que les permitan aumentar la productividad y, por tanto, fortalecer su posición en el sistema de comercio global”, evalúa Fabbri.

“La agricultura ha surgido en los últimos años como un sector central”, añade.

“Y esto sólo puede cambiar la percepción común de la agricultura”, subraya Fabbri.

“Se está produciendo una transformación cultural que llevará no sólo al mundo político sino también a las nuevas generaciones a concebir la agricultura ya no como un sector marginal sino como un elemento central de la economía de todos los países”, remata.