En los países donde existen abundantes estratos de turba, como el Norte de Europa, por ejemplo, funcionan máquinas que cosechan como una aspiradora.

Son máquinas diseñadas para recolectar turba seca, que se extrae bajo el efecto de succión y se acumula en el tanque.

Proporcionan una buena capacidad de trabajo y un tiempo de descarga rápido para una productividad máxima.

Gracias a su construcción de aluminio liviano, la máquina cosechadora de turba al vacío requiere un tractor de menor potencia.

Son fáciles de operar y pueden equiparse con una cuchara o una grada de resorte para cosechar y preparar el campo simultáneamente.

La compañía finlandesa Peatmax desarrolló la cosechadora JIK-40, que trabaja con sistema neumático y ofrece una capacidad máxima de 90.000 litros.

Las bocas de aspiración copian el relieve del terreno, incluso en lugares accidentados.

Disponen de múltiples opciones de ajuste, como, por ejemplo, elevar las bocas a la posición de transporte o de trabajo.

La aspiradora-cosechadora opera con un ventilador y un sistema de separación para quitar el polvo de la turba y así obtener abono de alta calidad.