En un escenario comercial en baja, en el cual algunos rubros cayeron en lo que va del año hasta el 80%, el crédito se ha convertido en un insumo clave para el mercado nacional de la maquinaria agrícola.

Al respecto, días atrás, el titular de la Cámara Argentina de Fabricantes de la Maquinaria Agrícola (CAFMA), Eduardo Borri, había reclamado asistencia financiera específica para la actividad.

En la industria son conocedores de cómo el financiamiento, con tasas y requisitos accesibles, son dinamizadores de las ventas y de la producción.

“Firmaremos un convenio en el marco de Banco Nación Conecta (BNC) Conecta, con el cual tratamos de conseguir un financiamiento específico para el sector, para aquellos que dan prueba de que realmente están fabricando aquí en la Argentina”, había adelantado el titular de la cámara empresaria.

Sin ser un traje a medida, ya que la asistencia incluye a otros bienes de capital, el Gobierno Nacional anunció la disponibilidad de $ 30.000 millones, a través de la línea Inversión PyME del programa Crédito Argentino (CreAr) con el Banco Nación.

Días atrás, la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo de la Nación había ampliado esa operatoria en $ 50.000 millones, que se sumaron a los $ 20.000 millones que ya habían sido otorgados.

La línea, que terminará disponiendo de financiamiento por $ 100.000 millones, cuenta con una bonificación de 27 puntos porcentuales de la tasa por parte del Gobierno Nacional.

De esta manera, el costo del crédito es del 49% anual, con un plazo de pago en cinco años.

El monto por empresa puede ir desde $ 1 millón hasta $ 150 millones. Está destinado a la inversión productiva para la compra de bienes de capital y la construcción de instalaciones necesarias para la producción.

Se admitirá hasta un 20% del monto del crédito otorgado para financiar capital de trabajo asociado a la inversión.

El plazo para la presentación de la carpeta es hasta el 30 de septiembre o hasta que se agote el cupo, que para esta línea es de $ 40 mil millones; lo que ocurra primero.

Las dudas de la operatoria

El gran interrogante que tiene esta asistencia oficial a tasa subsidiada es la posibilidad de concreción para muchos productores.

Sucede que la vigencia de la comunicación A 7600 del Banco Central impide a los bancos prestar dinero a tasa preferencial a los productores que tengan en stock más del 5% de la producción de soja y de maíz.

Esa exigencia de la autoridad monetaria, que deben cumplir las entidades financieras, viene, en el mejor de los casos, demorando la autorización de los créditos. En otros, directamente los hace inaccesibles.

Desde CAFMA, su presidente había manifestado la necesidad de derogar la normativa que vence el 31 de diciembre, para que se pueda disponer de ese financiamiento a tasas accesibles y de manera competitiva.

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