La columna de Alejandro

Por Alejandro Rollán

04/05/2023 | Opinión

Inversiones: Se encarece el crédito y se postergan las decisiones

La última suba de tasas del Banco Central llevó el costo del dinero en la línea para inversión productiva a 74,5%. El productor frena su intención de compra.

En la batalla que en los últimos días intenta dar el Banco Central de la República Argentina (BCRA) para contener la cotización de los dólares blue y financieros, el arma elegida es la suba de la tasa de interés en el sistema financiero.

La medida de la autoridad monetaria busca incentivar el ahorro en pesos y quitarle la motivación a los tenedores de la moneda nacional a invertir en la moneda extranjera.

El jueves 27 de abril, y ante una nueva escalada del tipo de cambio, el BCRA decidió subir la tasa de política monetaria al 91% anual.

Luego de mantener durante seis meses los tipos de interés en el 75%, en los últimos 45 días ha dispuesto tres actualizaciones.

La primera tuvo lugar el pasado 16 de marzo, cuando llevó la tasa al 78%, y repitió esta cifra el 20 de abril, hasta ubicarla en 81%.

Efecto colateral

Ese mayor incentivo a invertir en pesos en el sistema financiero, sin embargo, no es gratuito. Tiene su correlato en un aumento de la tasa de interés de los préstamos.

En definitiva, para que los bancos puedan pagar más por un plazo fijo, también tienen que cobrar más caro por el dinero que prestan.

Así, el BCRA obliga a las entidades financieras a destinar el 7,5% de los depósitos privados a la Línea de financiamiento para la inversión productiva de MIPYME a tasas determinadas y a un plazo no inferior a 24 meses.

En el caso de los préstamos para financiar proyectos de inversión, el costo del dinero trepó de 67,50% al 74,50% nominal anual.

Para los créditos destinados al financiamiento de capital de trabajo, la tasa subió del 77,50% al 86,50% nominal anual.

El encarecimiento del crédito es un desincentivo para la inversión en maquinaria agrícola, y los productores lo hacen saber.

Resistencia a invertir

En abril, el último AgBarometer que elabora la Universidad Austral, y que refleja el clima de negocios entre los productores agropecuarios, mostraba que 76% de los encuestados admitía que no era un buen momento para realizar inversiones.

El indicador, conformado sobre un universo de 406 productores cuyo valor bruto de producción es igual o mayor a U$S 200.000, contrastaba con el optimismo reinante en marzo de 2022, cuando los productores expresaban un optimismo.

Ese comportamiento durante el año pasado se tradujo en una importante compra de maquinarias, equipos y otras inversiones hasta mediados de 2022.

Ahora, 95% de los productores manifiesta un marcado pesimismo, fundado en el total descontrol de las variables macroeconómicas y en la ausencia de propuestas concretas hacia el sector de todos los actores políticos, aseguran desde la Universidad Austral.

Los productores son muy pesimistas con relación a la situación del sector agropecuario en los próximos 12 meses, no tanto por las relaciones insumo/producto, sino más bien por el desajuste de las variables macroeconómicas de la Argentina que siempre terminan jugando en contra del sector agropecuario”, fundamenta el indicador.

En un intento por mantener la rueda funcionando, el Banco de Córdoba, por ejemplo, lanzó una línea de crédito subsidiada al 60% anual, a 48 meses de plazo con un año de gracia para el pago del capital y de los intereses.

La línea por $ 7.500 millones cuenta con la contribución económica de las empresas del sector, muchas socias de la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de córdoba (AFAMAC), las que realizan un aporte del 12% directo sobre el importe bruto del préstamo.

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