Brasil: Un gigante de acero

En 2022, la venta de tractores y de cosechadoras en Brasil alcanzó el récord de 67.385 unidades, 19,4 % más que en 2021. Las buenas cosechas durante los últimos años y la disponibilidad de líneas de crédito del BANDES han sido los principales motores del crecimiento en la demanda interna.

Más allá de la idiosincrasia de sus habitantes de valorar a su país como «o mais grande do mundo» (lo más grande del mundo), Brasil tiene en la práctica indicadores que lo hacen un gigante.

Medido en términos de Producto Interno Bruto (PIB), el vecino país es la quinta economía a nivel mundial. Ocupa el mismo lugar en cantidad de población, con 204 millones de habitantes, de los cuales 30 millones viven en zonas rurales.

Es el tercer exportador mundial de productos agrícolas, luego de Estados Unidos y la Unión Europea; el primer productor y exportador mundial de soja; es el primer exportador mundial de azúcar, café, jugo de naranja y carne bovina; es el séptimo productor de automóviles y el cuarto en dimensión de su mercado interno.

Sólo algunos datos que sirven para dimensionar el tamaño de nuestro principal socio en el Mercosur.

Su mercado de la maquinaria agrícola es otro ejemplo de protagonismo. Se estima que hay en circulación en Brasil más de un millón de tractores, de los cuales más de 250.000 son de más de 100 HP.

Durante el año pasado, la venta de maquinaria agrícola, liderada por los tractores, alcanzó a 67.385 unidades, con un aumento de 19,4% con relación al año anterior (56.418 unidades), según los datos de la Federación Nacional de Distribuidores de Vehículos Automotores (FENABRAVE).

En cuanto a su desempeño en el comercio exterior, las exportaciones brasileñas de maquinaria agrícola autopropulsada alcanzaron las 10.645 unidades, con un incremento de +7,6% respecto a 2021 (9.891 unidades).

Debido a un reagrupamiento de los fabricantes del sector, la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotrices (ANFAVEA) discontinuó las cifras de producción, ventas y exportaciones en 2020. Ese año, la producción de cultivadores autopropulsados, tractores y cosechadoras,había sido de 41.735 unidades.

La importación, en tanto, es un rubro que en Brasil tiene poco protagonismo, aunque 2020 tuvo una dimensión significativa. Según ANFAVEA, se vendieron en el mercado brasileño 1.476 unidades procedentes del exterior, 264% más que en 2019. Una cifra absoluta de esa magnitud no se veía desde 2013, cuando la importación alcanzó a 1.636 unidades.

Bien nacional

La actividad en el sector de maquinaria agrícola brasileña registró números históricos durante 2022, que ahora se han debilitado en los primeros cuatro meses del año.

La cosecha récord alcanzada en el ciclo 2022/2023 y la disponibilidad de líneas de crédito por parte del Banco Nacional de Desarrollo (BNDES) han sido los principales motores del excelente desempeño durante el año anterior.

Los incrementos en las ventas de equipos se han concentrado en el mercado interno, atento a la sensible baja observada en las exportaciones, que cayeron -31% en unidades.

En 2020, las exportaciones de maquinaria agrícola brasileña sumaron 7.220 unidades (6.824 tractores y 398 cosechadoras), con una facturación de U$S 1.856 millones. En ingresos, fue -34,8% menos que los U$S 2.846 millones de 2019.

Precisamente, en 2021, Brasil había exportado a la Argentina tractores por un monto de U$S 254 millones, según datos de la Cancillería Nacional.

Estos números demuestran la escasa presencia de importaciones en el sector, lo que habla de la competitividad, al menos interna, del producto brasileño.

De los 36.145 tractores vendidos durante 2020, sólo 1.439 unidades correspondieron a equipos importados (4% del total).

En el caso de las cosechadoras, de las 4.496 vendidas en el mercado local, sólo 0,9% fueron fabricadas fuera de Brasil.

Productividad

La productividad media de los tractores en Brasil, medida en términos de superficie cultivada por equipo, en sensiblemente mayor a la de otros grandes productores agrícolas. Ello, a su vez, se traduce en menores costos fijos derivados del uso de maquinaria agrícola.

Se estima que en Brasil existe un área cultivada de 154 hectáreas por tractor y un área cosechada de 1.193 hectáreas por cosechadora.

En Argentina, por ejemplo, la relación es de 112,5 hectáreas/tractor. Mayor es la diferencia cuando se comparan los números de otros mercados: Canadá (62,4 hectáreas/tractor), Estados Unidos (36,7 hectáreas/tractor), Francia (14,6 hectáreas/tractor) y Reino Unido (11,5 hectáreas/tractor).

Implementos

Pero el mercado brasileño no es solamente equipos autopropulsados. Tiene una vasta capacidad instalada en la fabricación de sembradoras y pulverizadoras, que lo han convertido en un centro mundial de producción y exportación.

También hay una gran variedad de empresas dedicadas a la fabricación de implementos agrícolas, como arados, rastras, remolques agrícolas, etc.

Financiamiento

El financiamiento oficial a tasa subsidiada es el gran motor de las ventas internas en Brasil. Durante 2022, la compra de tractores, cosechadoras, vehículos de carga y otros equipos agrícolas movilizó créditos por un total de U$S 20.000 millones.

A partir de la dimensión alcanzada por su demanda interna, todos los grandes jugadores de la maquinaria agrícola mundial han instalado plantas de alta tecnología en Brasil, con capacidades que superan ampliamente las necesidades del mercado interno.

Existe una fuerte base de proveedores de insumos básicos y componentes, lo cual determina un modelo abierto para la exportación, pero bastante restringido en términos de importaciones de partes o productos finales.

El segmento de sembradoras e implementos sigue la lógica regional caracterizada por el liderazgo de fabricantes locales medianos que se especializan en las características de los suelos en sus áreas de influencia.

El avance de la siembra directa, que alcanza el 80% de la superficie sembrada, acentúa el dominio de los desarrollos locales, que también han alcanzado buenos estándares de competitividad pero se orientan principalmente al mercado interno.

Concentración

El proceso de fusiones y adquisiciones de empresas llevado a cabo en los últimos años fue importante para la consolidación del sector, a partir de las sinergias entre las marcas.

Ello permitió el acceso a nuevos mercados, sin la necesidad de construcción de nuevas fábricas.

Una de las últimas grandes inversiones fue realidada por CNH Industrial en Sorocaba (San Pablo). Allí se invirtieron U$S 500 millones, destinados a la construcción de la planta de cosechadoras y un Centro de Distribución y Logística. Fue la mayor inversión en maquinaria agrícola en Latinoamérica.

Tiene una capacidad para producir 8.000 unidades por año y da trabajo de manera directa a 2.000 personas.

Si bien la provisión de tractores y cosechadoras está dominada por grandes empresas multinacionales (CNH Industrial, AGCO, John Deere y Mahindra, son la líderes), el segmento de implementos agrícolas está compuesto de pequeñas y medianas empresas, con un crecimiento del mercado de piezas y equipamientos.

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