La singular cosechadora que usa “cabezales humanos”

Se emplea en Europa para recolectar repollos y otras especies. Las plantas son arrancadas a mano y se meten en el sistema de procesamiento. Mirá el video.

Las cosechadoras en el mundo han alcanzado tal grado de automatización que ya pueden trabajar sin intervención humana.

Pero todavía hay máquinas que, pese a ser modernas, requieren de la presencia activa de las personas.

Es el caso de la cosechadora desarrollada por la compañía neerlandesa Tumoba, apta para la recolección de repollo, colifor, brócoli y otras especies hortícolas.

Si bien el equipo fue diseñado especialmente para optimizar el trabajo de la mano de obra, en la práctica requiere un uso intensivo de personal.

En concreto, la cosechadora Tumoba opera con una suerte de «cabezal humano» en el cual se dispone un operario por cada fila a cosechar.

Los operadores están sentados en la parte delantera de la máquina (uno por cada fila), desde donde se encargan de cortar los tallos e introducir los productos a mano a los los sistemas de procesamiento adyacentes a cada operador.

El material vegetal que no se desecha hacia el suelo, es transportado por un elevador y se descarga en una tolva montada en el centro de la máquina.

La cosechadora está construída sobre un chasis de orugas y está propulsada por un motor diésel montado en la parte trasera de la máquina y accionado hidráulicamente.

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