La compañía escocesa Crover desarrolló un singular robot que se desplaza por el interior de los silos e informa en qué estado se encuentran los granos.

El equipo se impulsa mediante una hélice diseñada especialmente para transitar entre los granos, con el objetivo de detectar la aparición de insectos y hongos.

El robot silero puede moverse hacia adelante o hacia atrás y superar las masas de granos que va encontrando a su paso.

Mediante una sonda integrada, de hasta 1,20 metro de largo, detecta la temperatura y la humedad.

Es la misma profundidad que puede alcanzar un operador humano, con la particularidad de que el robot repite ese proceso de análisis indefinidamente.

Además, al desplazarse de forma rápida, puede evaluar diferentes puntos del silo para brindar un panorama completo.

El robot pesa, aproximadamente, 30 Kg y se controla de forma remota.