01/03/2024 | Ejecutivos | Entrevistas

MAGRIBA resalta el rol estratégico de la banca pública

La entidad bonaerense destaca la función de los bancos oficiales para brindar financiamiento accesible. Hernán Zubeldía, su titular, explica las expectativas abiertas para Expoagro.

MAGRIBA (Maquinaria Agrícola de la Provincia de Buenos Aires) tendrá presencia institucional en Expoagro 2024 (5-8 de marzo – San Nicolás, Buenos Aires) para fijar su postura ante las actuales circunstancias.

Por un lado, están abiertas las expectativas respecto a las posibilidades financieras que el Banco Provincia pueda lanzar en la feria.

Por otro lado, la entidad que agrupa a los fabricantes bonaerenses aprovechará la megamuestra para difundir sus posiciones respecto a temas cruciales que envuelven al sector.

Esas cuestiones candentes fueron explicadas por Hernán Zubeldía, Presidente de MAGRIBA, en diálogo con Maquinac.

Referente

¿Con qué expectativas va MAGRIBA a Expoagro? ¿habrá posibilidades financiamiento?

Al igual que otros años, vamos con las expectativas que tenemos con el Banco de la Provincia de Buenos Aires.

En los últimos años, ha sido el banco de referencia de la muestra, tanto por tasas como por condiciones.

Tenemos muchísimas expectativas con el Banco Provincia porque es una entidad que entiende que salir con algo en este momento es una forma de apoyar, simultáneamente, al agro y a la industria.

En Expoagro, pienso que será uno de los bancos más competitivos.

Esa gravitación del Banco Provincia ¿está marcando la importancia que tiene la banca pública para apalancar las operaciones en maquinaria agrícola?

Exactamente. Primero es una muestra ideológica, en el sentido de decir “queremos ser un banco de referencia”.

Y es bueno que haya una banca pública de referencia. Desde el punto de vista personal comparto esa idea porque me parece que es una visión estratégica de la provincia, en este caso.

Para nosotros, como bonaerenses, es importantísimo tener una banca que lea bien esa realidad y que tenga la misma visión que nosotros.

Contexto

¿Tienen información sobre lo que hará el Banco Nación respecto a brindar financiamiento especial en Expoagro?

Este año, creemos que el Nación tiene una visión diferente y eso agita un poco las aguas.

El desenvolvimiento del Banco Nación el año pasado no fue lo que esperábamos en cuanto a metodología y cupos. Generó más ruido que otra cosa.

Pero este año ya hay una visión diferente en las personas que manejan el Banco y no sé si realmente está interesado en apoyar a un sector.

¿Cómo ven al mercado? ¿el productor sigue interesado en la tecnología pero está cauteloso?

Nosotros siempre tratamos de generar un contexto que sea favorable para la inversión.

Venimos de un 2023 en que la sequía golpeó muy fuerte. Y hay gente que se está reacomodando de esa cachetada.

Y tampoco hoy las condiciones son extraordinarias como muchos creen. Con la megadevaluación lo que ocurrió es que se ajustaron algunas variables.

No es que el campo ahora está tirando manteca al techo.

¿Qué protagonista del agro necesita más apoyo?

Muchas veces hablamos sólo del productor y no nos olvidemos que el gran consumidor de maquinaria agrícola es el contratista.

Y muchas veces, el contratista está en una realidad que no es paralela a la del productor.

Además, la rentabilidad del contratista no está atada a la rentabilidad del campo. Algunos servicios son a porcentaje del rinde. Pero son a porcentaje del bruto, no de la rentabilidad.

Entonces, si al campo le va bien, les va bien a muchos sectores pero, a veces, le puede ir bien al campo pero eso no se traslada al contratista.

Importaciones

¿Están observando un proceso de mayor ingreso de máquinas desde el exterior?

Las máquinas del exterior ingresaron siempre. Me parece que debemos terminar con esos mitos.

No pedimos una política proteccionista, ni que no entren máquinas de afuera. Siempre entraron y como quisieron.

Por ejemplo, compramos una máquina brasileña que dice ser argentina, pero todos sabemos que es brasileña.

¿Y cuál es el tema más sensible?

No es una preocupación que entren máquinas.

Lo que sí es una preocupación es que nuestros costos se sigan incrementando y nos dejen en una posición desfavorable en cuanto a competitividad.

Pero no es sólo la maquinaria agrícola. Si los costos se siguen incrementando, pasará lo mismo con otros sectores. Hay un abanico gigante de casos.

¿Qué pesa más en los costos?

Depende. El silero tiene un gran impacto con el costo de la chapa. Y hay rubros donde se usa electrónica y el impuesto País impacta más.

Por ejemplo, en el caso de la pulverización, hay componentes que sí o sí son importados y el impuesto País impacta directamente.

Iniciativa

Junto a CAFMA y otras entidades, ¿continuarán las gestiones para impulsar el proyecto de Ley de Maquinaria Agrícola?

Es un momento complejo para tratar el proyecto, pero seguiremos trabajando junto con ADIMRA y con otras cámaras provinciales, junto a sus gobiernos provinciales.

De todos modos, sabemos que por las cuestiones que hoy se están discutiendo en el Congreso, es difícil insertar el tema.

Por la orientación del gobierno nacional y sus políticas, ¿es posible que se tenga en cuenta el planteo esencial del proyecto?

No pedimos proteccionismo. Sólo diferenciar lo nacional de lo extranjero. Brasil hace eso con nosotros, lo hace Europa y también Estados Unidos.

Si una máquina nacional vale diez y una importada vale diez, yo buscaría que se comprara la nacional, a igualdad de máquinas.

No estoy diciendo que tenemos que volver a fabricar el Torino o el Falcon.

Tenemos que estar abiertos al mundo pero también hacer lo que hacen otros países. No es una cuestión ideológica, es una cuestión matemática.

Si el fabricante que está instalado acá, genera mano de obra acá y paga los impuestos acá, marca un diferencial respecto al que no lo hace acá.

¿Dónde estaría la clave?

En determinar qué es cada cosa.

Si hay una máquina que pesa 7.000 kilos y entra una parte como piezas de repuestos y hay una parte que pesa 6.000 kilos, es porque sabemos lo que está pasando.

Queremos que las cosas se llamen por su nombre. Muchas veces se interpreta mal, en el sentido de que no queremos que entren máquinas.

No nos oponemos a que entren. Pero si una empresa quiere vender como importado, que lo haga así. Y si quiere ser nacional, tiene que producir acá.

Es la diferenciación que se hace en otras partes del mundo. No estamos planteando algo fuera de lugar.