Rusia se encuentra en un proceso de cambios en las coordenadas que rigen su negocio de máquinas agrícolas.

Las limitaciones y sanciones generadas por el conflicto con Ucrania han llevado al país euroasiático a rastrear otros proveedores.

Pero también tiene planes de salir a dar pelea y exportar sus productos a los mercados donde no pisan fuerte los países occidentales.

Conquistas

Entre las compañías más agresivas en la estrategia de exportación se inscribe Rostselmash, decidida a poner su nombre en varias partes del mundo.

Por una parte, planea suministrar equipos agrícolas a Irán, fortaleciendo el programa de cooperación con ese país.

También apunta a entrar con fuerza en mercados africanos, ampliando la nómina que ya integran Egipto, Argelia, Sudán, Sudáfrica, Angola, Etiopía, Nigeria y Zimbabwe.

Por ejemplo, Rostselmash tiene como objetivo reforzar la inserción en Libia, país al que había ingresado a comienzos de 2024 con el envío de 10 cosechadoras.

Otros mercados que se están abriendo para los productos rusos son Serbia, Moldavia, Kirguistán y Mongolia.