El incremento de los precios de la maquinaria agrícola es un fenómeno que viene registrándose en distintas partes del planeta.

Arrancó en los años de la pandemia del coronavirus y se acentuó con la guerra en Ucrania (y su impacto en los costos de los fletes y la energía en general).

Hasta hace un par de años. el aumento de los precios de las máquinas tenía su correlato con las cotizaciones ascendentes de los commodities agrícolas y la damanda sostenida de equipos a nivel mundial.

El tema empezó a preocupar a medida en que los precios de los granos aflojaron y los costos de producción se mantuvieron en niveles elevados, tanto para los fabricantes de maquinaria como para los productores rurales.

La caída en la rentabilidad del campo repercutió en las ventas de equipos que hoy se encuentran en una situación de estancamientos de ventas… y precios inflados.

Fenómeno global

La suba de los precios de las máquinas no hace excepciones, ni de fronteras ni de regiones del planeta. Para muestra, basta un par de ejemplos.

En Estados Unidos, el valor de los tractores se incrementó hasta un 60% entre 2017 y 2023.

Si bien las subas tambien se dieron en otros rubros industriales, la evolución de los precios de las máquinas superaron con creces los aumentos observados en similar período en otros segmentos metalmecánicos, como automóviles y camiones (22%).

Del otro lado del mundo, en Rusia el resultado no fue demasiado diferente. El  precio promedio de una cosechadora Rostselmash Acros-585, uno de los modelos más representativos de ese mercado, se incrementó +50,3% durante los últimos cinco años.

Además, los aumentos llegaron hasta los insumos esenciales que los fabricantes rusos utilizan para producir.

El costo promedio del metal se elevó +62% entre 2021 y 2025, en tanque que el gas natural aumentó un 90%.