La compañía norteamericana Tribine deja atrás la fase en que se veía como una curiosidad su cosechadora que trabaja integrada con una tolva propia.

El plan ahora es atacar agresivamente el mercado de Estados Unidos, el país donde tiene su sede la empresa, además de proyectarse hacia Europa.

La conducción de la nueva etapa fue confiada a James Shurts, ex directivo de AGCO, New Holland y Caterpillar.

«Es hora de prepararnos para un mayor volumen de producción. Tenemos objetivos específicos y ventas que debemos cumplir en 2019», sostiene Shurts.

Las primeras entregas de cosechadoras del año próximo ya están programadas para el período de marzo a abril, a fin de encarar la cosecha de trigo (en Estados Unidos).

Estrategia

Además de preparar a la compañía para la producción, Shurts remarca que la próxima gran iniciativa es la estrategia de servicio y soporte de Tribine.

“Este es un modelo directo de atención al cliente. Y no queremos cambiar eso porque no queremos ser, en ese sentido, un fabricante internacional gigante», dice.

Después de una negativa experiencia con la red de distribuidores, Shurts dice que tiene un plan, basado en que los repuestos se almacenen en los lugares correctos y haya empleados de Tribine atendiendo directamente a los usuarios.