24/01/2023 | | Máquinas a campo

Las fertilizadoras van bien con la bioestimulación

Ensayos realizados en Argentina demuestran el rol “recuperador” que tienen los bioestimulantes.

Las fertilizadoras encuentran nuevos caminos en el mercado argentino, como por ejemplo la posibilidad de aplicar bioestimulantes.

Experiencias positivas al respecto fueron hechas en el medio local por la compañía Yara.

Realizó ensayos de fertilización con bioestimulantes en caña de azúcar en el Noroeste argentino.

En los últimos tres años se encontró consistencia en los datos, demostrando que la aplicación de bioestimulantes cumple un papel “recuperador” luego de eventos estresantes como sequías y aplicación de herbicidas.

Cooperación

El trabajo de Yara fue desarrollado de manera conjunta con la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC).

Concretaron investigaciones durante tres años consecutivos, sobre la aplicación de bioestimulantes en cultivos de caña con estrés hídrico, logrando aumentar el rendimiento frente a testigos sin bioestimular.

Para relevar la importancia del cultivo y según datos del INTA, en nuestro país casi la totalidad de la superficie sembrada se encuentra en las provincias de Tucumán, Jujuy y Salta y es de alrededor de 371.829 hectáreas.

Productividad

La ingeniera agrónoma Ana Mejail, técnica para la región NOA en Yara Argentina, explica: ¨Los ensayos realizados con la EEAOC demostraron que la aplicación del bioestimulante generó, en promedio, un aumento de 17% de la productividad del cañaveral”.

Esto se traduce en 17 bolsas de azúcar por hectárea.

Es un dato significativo, considerando que el costo de la aplicación ronda una bolsa de azúcar, tomando en cuenta servicio más producto.

En cuanto al mejor momento para aplicar el biofertilizante, es a mediados de enero, momento en que la caña se encuentra en activo crecimiento y fue la que mejores resultados logró.

Claves

Debe destacarse que la aplicación debe realizarse cuando la planta se encuentra receptiva a la aplicación de un producto foliar, es decir, con las hojas expandidas y los estomas abiertos.

El bioestimulante que se utilizó es una formulación líquida para aplicaciones foliares basada en una mezcla de nutrientes (nitrógeno, potasio, boro y zinc) y componentes bioactivos extraídos del alga Ascophyllum nodosum .

Esta composición busca potenciar el desarrollo del cultivo y mejorar las condiciones fisiológicas de la planta ante situaciones de estrés.

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