Caimán se subió a la cresta de la ola mundial en materia de pulverización inteligente con la incorporación del sistema One Smart Spray.

Se trata de una tecnología de última generación, desarrollada en forma conjunta por dos gigantes de la industria global: Bosch y BASF.

El solo lanzamiento de esta tecnología de punta en el mercado local ya sería una noticia rutilante. Pero Caimán fue más allá y le puso un sello propio a esta innovación: El sistema de aplicación dual DSS (Dual Spray System).

Para tomar una dimensión adecuada de lo que significan estas tecnologías combinadas comviene tener en claro qué significan cada una por separado:

One Smart Spray

El sistema One Smart Spray es uno de los desarrollos tecnológicos de vanguardia a nivel mundial en lo que se refiere a pulverización inteligente.

Básicamente, es un dispositivo para aplicaciones selectivas en base al reconocimiento en tiempo real de las malezas presentes en el terreno.

Trabaja a partir de las imágenes captadas por múltiples cámaras instaladas en el barral de la pulverizadora, sensores y un sistema de procesamiento de última generación.

Ofrece un rendimiento excepcional, tanto en aplicaciones de preemergencia (“verde sobre marrón”), como de postemergencia (“verde sobre verde”).

Además, permite la pulverización diurna y nocturna, en cualquier condición de iluminación, gracias a un sistema LED desarrollado especialmente.

El paque tecnológico incluye la inteligencia agronómica de xarvio Digital Farming Solutions de BASF, nutrida de mapas digitales de distribución de malezas y área aplicada, ventanas de aplicación, niveles de sensibilidad y documentación automática, entre otras funciones.

Dual Spray System

Por su parte, Caimán desarrolló el sistema DSS (Dual Spray System), un dispositivo que permite realizar de manera simultánea dos aplicaciones independientes.

Para ello, la pulverizadora SP DSS cuenta con doble equipamiento de tanques, bombas de pulverización, válculas y circuito pulverizador.

En la práctica, puede combinar una aplicación convencional, con un tanque principal de 3.850 litros, una bomba centrífuga de 650 litros/minuto y un circuito para tal fin, con una aplicación selectiva, con un tanque independiente de 1.000 litros, una bomba de 450 litros/minuto y las cañerías diferenciales para estas aplicaciones.

1+1: ¿3?

La combinación de ambas tecnologías potencia los atributos de los dos sistemas y coloca a este desarrollo en un escalón que prácticamente no tiene correlatos en otros países del mundo.

A las ventajas que regularmente persentan las aplicaciones selectivas en materia de ahorro de costos y sustentabilidad, se le suma la funcionalidad de las aplicaciones convencionales, con la posibilidad de hacer las dos tareas en una misma pasada y la consiguiente reducción de tiempos, costos y pisadas sobre el suelo.