01/04/2021 | | Enfoque

Agropartes: ¿se pueden reemplazar importaciones?

Los procesos de sustitución exceden en tiempo a la coyuntura y requieren de la adopción de procesos de calidad.

Por Alejandro Rollán
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La decisión del Gobierno nacional de incentivar el proceso de sustitución de importaciones de agropartes es una práctica que llevará su tiempo.

Aquellas empresas nacionales que han logrado desarrollar escala como abastecedoras, incluso a nivel internacional, han alcanzado esa dimensión luego de varios años.

La empresa Musian Canciani, proveedora nacional de ruedas y llantas para vehículos agrícolas, y que desde 1989 exporta esos componentes a compañías globales de Brasil y Europa, se ha convertido en una referencia para aquellas pymes fabricantes de agrocomponentes que aspiran a tener escala global.

Ahora bien, cabe la pregunta: ¿es posible, en tecnología y tiempos normales, que los agropartistas argentinos puedan reemplazar los insumos que hoy están restringidos en importaciones?

La respuesta es no: el proceso de sustitución tiene que ser paulatino, debido a que la adopción de mayor escala y de procesos de calidad para estandarizar la producción requiere de desarrollo y tiempo. Al menos eso es lo que sostienen las empresas fabricantes de maquinaria agrícola que operan en el mercado interno.

Escala y calidad

Los neumáticos son un ejemplo del tiempo que puede llevar transformar la importación en producción nacional.

“De acá a tres años podemos tener un plan para producir localmente lo que hace falta”, aseguran en el sector.

Mientras tanto, los neumáticos representan hoy la principal traba para la entrega de máquinas agrícolas.

Si la necesidad es sustituir agropartes, los plazos son indefinidos. La mayor demanda que hoy tiene el sector hace que los proveedores estén al tope de su capacidad, con lo cual ven restringida la posibilidad de incorporar nuevos ítems y de sumar nuevos clientes y volumen.

Para comenzar a desandar ese camino, admiten que es necesario líneas de financiamiento para incentivar inversiones en capital de trabajo.

Alinear a los agropartistas locales con los fabricantes que exportan también es el otro desafío, para la estandarización de calidad. “Es un tema muy complejo”, aseguran desde las cámaras provinciales.

Sucede que las empresas que producen sus equipos bajo estándares de calidad internacional tienen un costo mayor que las fábricas que ofrecen un producto sin esa normativa.

La tendencia, aseguran las empresas, debería ser unificar calidades y procesos.