La proliferación de máquinas autónomas en el mundo está abriendo negocios tecnológicos colaterales.

Ocurre que, para su viabilidad comercial, los robots agrícolas deben ser eficientes y necesitan “sentir, decidir y actuar”, según afirman en la industria del sector.

Por ese motivo, es que surgen cada vez más startups especializadas en crear tecnologías que hagan más “inteligentes” a las máquinas autónomas.

Una de las metas es lograr la detección de profundidad neuronal para que el equipo robot perciba su entorno en 3D a una distancia de hasta 20 metros, por ejemplo, y con mayor precisión a corta distancia.

El abanico tecnológico se va desplegando y las startups más avanzadas trabajan en mapeo en 3D del entorno.

También exploran la Inteligencia Artificial espacial, que posibilita reconocer y rastrear objetos 3D en tiempo real para la navegación de la máquina y su control.

Otra necesidad que tienen actualmente los ingenieros de robótica, dentro de la industria de máquinas agrícolas, es disponer de cámaras que brinden una óptima visión a muchos tipos de robots.

En consecuencia, aparecen cámaras que utilizan redes neuronales para reproducir la visión humana, llevando la percepción estéreo a un nuevo nivel.

Usan captura multisensor de datos sincronizados en tiempo real para formar la imagen en profundidad.

Asimismo, proporcionan un campo de visión gran angular de 120° con lentes ultra nítidos.

Son cámaras que se pueden supervisar de forma remota, utilizando una plataforma en la Nube.