La tecnología que surge en el mundo para mejorar el control mecánico, está acorralando a las malezas.

Las nuevas cámaras de alta precisión se combinan con los dispositivos de guiado de los implementos y ya no permiten que una maleza pueda “esconderse”, a la vista, en el cultivo.

El objetivo es ofrecer una cámara que funcione mejor en situaciones complejas, es decir, donde hay una alta densidad de malezas y donde el trabajo se realiza entre hileras estrechas.

Exactitud

Cuando la cámara de última generación se acopla a un cultivador, por ejemplo, puede guiarlo con precisión, gracias a los innovadores sistemas de procesamiento de imágenes.

Permiten detectar las hileras del cultivo, incluso en presencia de malezas, garantizando un trabajo de alta calidad en todas las condiciones.

Son cámaras que se destacan por su amplia selección de posibles colores de detección, lo que permite discriminar entre hileras de cultivos y malezas.

Colores

La óptica de alta definición analiza todo el espectro cromático desde el rojo hasta el azul, con múltiples opciones de tonalidades, mientras que las cámaras de la generación anterior se limitaban a una selección de colores fijos.

Las pantallas incluyen una visualización de video en tiempo real del área analizada por la cámara, lo que confirma al operario que las operaciones se realizan sin problemas.

Además, las luces LED amplían el rango de uso en condiciones de poca luz o de noche.

Se puede combinar una segunda cámara con la cámara principal para evaluar el cultivo por ambos lados.

Así se garantiza que el implemento se guíe correctamente en condiciones de emergencia baja o para trabajar en cabeceras.