La Inteligencia Artificial inyecta una capacidad impensada a los nuevos sistemas de pulverización.

Las aplicaciones selectivas que reconocen a las malezas y las diferencian de los cultivos a la hora de pulverizar, ya trabajan en niveles asombrosos.

De hecho, una pulverizadora con botalón de 40 metros de ancho y equipada con un dispositivo de pulverización inteligente, es una verdadera “potencia informática”.

Por ejemplo, el sistema See & Spray, de Blue River Technology (la empresa que compró John Deere), equivale a 1.500 notebooks conectadas a la máquina.

Es la potencia de cómputo que se pone en juego cada vez que la pulverizadora avanza en un lote y comienza a reconocer malezas.

Aprendizaje

En general, la pulverización inteligente se basa en algoritmos avanzados de aprendizaje automático y visión por computadora.

Al hacerlo, permite a los productores aplicar cantidades precisas de herbicidas y otros tratamientos para cultivos sólo donde se necesitan, minimizando los desechos y reduciendo el impacto ambiental de las aplicaciones.

Funcionan capturando imágenes de alta resolución de las plantas a medida que pasan por el lote.

Instantáneo

Esas imágenes luego son procesadas en tiempo real por los algoritmos de Inteligencia Artificial del sistema, que puede distinguir entre diferentes especies de plantas y evaluar su salud.

Con base en esta información, el sistema puede determinar el tratamiento adecuado para cada planta y aplicarlo con precisión milimétrica.

Por otra parte, al proporcionar a los productores información detallada sobre la salud y el crecimiento de sus plantas, los sistemas les permiten tomar decisiones más informadas sobre cuándo y cómo aplicar los tratamientos.