Las máquinas involucradas en la producción maicera, desde la siembra y hasta la cosecha, están esperando que suene la orden de largada.

La nueva campaña de maíz propone un desafiante análisis multifactorial.

Los factores que pesan son:

• La evolución del clima que ahora tiene pronósticos favorables.

• La revisión de los resultados logrados luego de la brutal sequía.

• El apalancamiento financiero.

• El precio y los mercados.

• La inversión tecnológica.

• La estrategia agronómica.

Expectativas

Pablo Ricard responsable regional de Stine Semillas para la zona núcleo y núcleo-centro, reconoce que los ánimos de los productores mejoraron.

“De concretarse los pronósticos climáticos, en la región núcleo, el área sembrada con maíz de primera volverá al 70% a 80% de la superficie total del cultivo”, expresa Ricard.

“Los productores ya aprendieron a manejar muy bien el cultivo de maíz y cuando el ciclo climáticamente es promedio, la elección es sembrarlo, asegurando buenos pisos y techos de rendimiento”, agrega.

Cuidados

En la zona central y en el oeste de Argentina, la siembra se ha inclinado hacia los ciclos intermedios y cortos de maíz.

“Es un año bisagra que seguramente expondrá la posibilidad de conseguir altos rendimientos”, define Pablo Pistone, Responsable de Stine para Córdoba, San Luis y el norte argentino.

“Sin embargo, el consejo es evitar las siembras automáticas con las primeras lluvias”, advierte.

“Se viene un ciclo para esperar las condiciones óptimas y seguras de implantación y, en base a eso, elegir qué material se adapta mejor al óptimo nivel del lote”, remarca Pistone.

Prudencia

Para la zona del centro y sur bonaerense, La Pampa y Alto Valle de Río Negro, se espera una gran siembra de maíz, pero con cautela.

Existen muchos planes de siembra sobre la mesa y la planificación se extiende.

«Será un año muy bueno, pero también muy largo por la cautela que están buscando el productor y las empresas agropecuarias en sus decisiones”, destacan desde Stine.