La logística forrajera cuenta en Argentina con numerosas variantes en materia de recolectores y estibadores de fardos y megafardos.

Sin embargo, existe una alternativa de uso común en mercados cono Europa, que aún no ha sidio incorporada a la oferta de equipos disponibles en el país: Las apiladoras de megafardos.

En efecto, las apiladoras de megafardos son máquinas muy valoradas en el exterior, por su elevada capacidad de trabajo y practicidad en la operatoria general.

¿Por qu{e no se ven todavía en el país?

Las razones son variadas. Y van desde su mayor costo respecto a los dispositivos convencionales, hasta las dificultades de importación que presentan los equipos que no se fabrican a nivel local.

Pero hay otros factores que hacen al manejo general y las costumbres de trabajo en el ámbito local. En este sentido, un detalle no menor es que en Europa el uso de las apiladoras de fardos va más allá de lo que es el manejo de reservas forrajeras en sí.

Concretamente, es muy frecuente el empleo de estas máquinas, en combinación con una megaenfardadora, para la limpieza de los campos tras el paso de las cosechadoras.

Es decir, las apiladoras de fardos ofrecen una alternativa eficiente para juntar los restos de cosecha, permitiendo liberar rápidamente a los campos tras la recolección de los granos.

En Argentina, los esquemas de siembra directa privilegian la conservación de la cobertura sobre el suelo, por lo que esta función adicional de las apiladoras de megafardos no es demandada.

No obstante, su alta eficiencia en la recolección de fardos sigue siendo un factor que podría considerarse en planteos forrajeros convencionales.