En el mercado de los tractores crece la tendencia hacia la búsqueda de sistemas de autoabatecimiento de combustible. Lo que podría denominarse «tractores con surtidores propios».

A la hora de evaluar alternativas, las soluciones más avanzadas corren por dos carriles: Por un lado, están los que elaboran biodiésel a campo para reemplazar al gasoil convencional. Y por el otro, los que optan por el biogás para sustituir a los combultibles líquidos.

Biodiésel

Entre los que optan por el biodiésel cabe mencionar el caso de Hernán y Ronal Berti, clientes de Case IH, que en la localidad cordobesa de Pasco tienen una planta para elaborar combustible derivado de la soja.

Actualmente, poseen nueve tractores (90/ 240 CV), dos cosechadoras y una pulverizadora de la marca, aparte de dos camiones. Todas las máquinas funcionan con los 12.000 litros de biodiésel que los Berti producen por mes.

Biogás

Otra variante la aportan los equipos independizados del combustible fósil mediante la introducción de tractores que funcionan a biogás.

En ese sentido, New Holland presentó en Argentina el modelo T6.180 Methane Power que puede utilizar gas procedente de la biodigestión de residuos orgánicos, como residuos animales.

El objetivo es que clientes de la marca, que en sus establecimientos generan biogás, puedan probar el tractor y verificar su eficiencia.

Experiencias en la materia no faltan. Por ejemplo, la estancia San Lino, ubicada en Chivilicoy (Buenos Aires), trabaja en la economía circular. Todos los residuos que se extraen del feedlot se utilizan en los biodigestores para obtener 250 m3/hora de biogás.

En Argentina funcionan 27 plantas de biogás industriales que están transformando residuos orgánicos en energía y en biofertilizantes.