Las fertilizadoras piden información fehaciente antes de hacer su trabajo en el ciclo agrícola 2023/24 de Argentina.

Después del período de sequía, es vital ajustar las estrategias de fertilización para aprovechar las condiciones ambientales y llevar a los cultivos a su máximo potencial.

“El primer paso para tomar buenas decisiones es tomar muestras de suelo y a partir de allí evaluar qué nutrientes son los que necesita”, sostiene Juan Ignacio Cañas, Analista de Desarrollo de Mercado y Producto de la firma Amauta.

“Esta campaña inició con la particularidad de encontrar muchos lotes presentando elevados contenidos de nitratos”, agrega.

Por eso, “es muy importante analizar los suelos, para optimizar los planteos nutricionales según los objetivos productivos y, así, hacer un uso más eficiente de los fertilizantes”, subraya Cañas.

Respuestas

El representante de Amauta recuerda también que el trigo es uno de los cultivos con el que más se logra un retorno de la inversión al agregarle tecnologías.

“La respuesta promedio de la utilización de productos foliares en trigo, según nuestra red oficial de ensayos, se ubica alrededor de los 300 kilos por hectárea”, menciona Cañas.

“Cada vez que estamos en contacto con algún productor, destacamos la importancia de saber diferenciar qué partido estamos jugando, el de la bioestimulación o el de la nutrición”, añade.

En tal sentido, ejemplifica que, si se necesita cubrir una carencia puntual de un nutriente que por algún motivo no se pudo corregir con el fertilizante de base, como puede ser zinc o boro, se puede acudir a al uso de un fertilizante foliar como estrategia nutricional.

Bioestimulantes

En cambio, si se busca hacerle frente a algún tipo de estrés, o potenciar la respuesta en rendimiento, lo que necesita la planta son moléculas o sustancias que aumenten la eficiencia metabólica en diferentes procesos fisiológicos.

En ese caso, la lógica indica recurrir a algún producto bioestimulante.

“Los bioestimulantes pueden presentar diferentes principios de acción, nutrientes a pequeñas dosis, aminoácidos, hormonas o algún extracto vegetal o combinar las anteriores”, puntualiza Cañas.

“Por eso, conocer su composición es indispensable para determinar que tecnología se adecua mejor a la necesidad del lote y así determinar el mejor momento de aplicación y la dosis correcta a utilizar”, agrega.