El control de malezas a través de descargas eléctricas es una tecnología que se viene experimentando desde hace varios años en el mundo.

Sin embargo, hasta ahora una de las limitantes de esta variante de «agricultura sin agroquímicos» pasaba por la relativamente baja eficiencia que pesentaban los sistemas, debuido a la elevada energía que se requería generar para cumplir el objetivo.

Atendiendo a este punto, la empresa alemana Crop.Zone desarrolló un recurso que le permite ahorrar energía y conseguir más eficacia a través de un principio físico. Pero, mejor, vayamos por parte.

Fundamento

Destruir la materia vegetal con electricidad se basa en aplicar una alta tensión continua.

Así, explotan las células de las malezas y, consecuentemente, se destruyen también los vasos conductores.

Por lo tanto, la captación de agua de la planta se interrumpe y se seca.

Evolución

Hasta ahora, el voltaje y, por lo tanto, la energía utilizada, tenían que ser mayores de lo realmente necesario, ya una capa de cera protege a las plantas de agentes externos.

Es decir, parte de la energía generada no llegaba efectivamente a la planta, lo que restaba eficiencia al proceso en general.

Solución

Crop.Zone logró reducir esa limitante física, mediante un recurdo físico que parece muy sencillo.

Conc retamente, agregó un dispositivo que realiza el rociado de un electrolito (una solución salina) antes de la descarga eléctrica.

De este modo, se incrementa la conductividad eléctrica en las plantas y el tratamiento es fulminante.

Antecedentes

Desde hace varios años, Crop.Zone trabaja en el desarrollo de sistemas de control de malezas sin agroquímicos mediante descargas eléctricas.

En 2021, se asoció a la multinacional Nufarm para potenciar la adopción de esta tecnología.