Las cosechadoras cerraron un año para el olvido. Según los datos del INDEC, en 2023 se comercializaron apenas 653 unidades en el país, marcando el nivel más bajo desde 2002.

La cifra no sorprende en sí. De alguna manera, esos guarismos ya se habían adelantado con los registros de patentamiento que publica mensualmente la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA).

Pero el INDEC puso en blanco sobre negro, con un informe oficial, la magnitud del desplome.

Ahora bien, ¿las cosechadoras ya han tocado fondo o pueden seguir cayendo?

A la luz de los datos de ACARA, el arranque de 2024 no trajo novedades alentadoras en materia de patentamientos. Entre enero y febrero se registraron sólo 58 equipos de cosecha en el país, con un desplome de -38,5% respecto a igual periodo de 2023.

Un dato no menor es que la tendencia comenzó a revertirse en febrero, con una suba mensual de +12,5% respecto a igual mes del año anterior (que había sido muy pobre).

Habra que ver si ese rebote se mantiene en los próximos meses.

Los especialistas del sector confían en que las ventas de cosechadoras podrían empezar a recuperarse a partir de varios factores concurrentes. Apuntan en esa dirección:

• La paulatina normalización de las importaciones.

• El retorno de algunas líneas de crédito (muchas de ellas en dólares).

• La necesidad de renovar el parque tras varios años de ventas planchadas.

• Y, claro está, las expectativas de la nueva cosecha

Paralelamente, advierten que no hace falta volver a los niveles de hace dos décadas (en 2004, se comercializaron 3.203 cosechadoras). No siquiera a las 1.455 unidades vendidas en 2017.

Bastaría con volver al rango de las 1.000/1.200 unidades anuales para devolverle un poco de oxígeno a la actividad del segmento.

Los próximos meses serán claves para ver si ya llegó el tiempo del rebote o seguimos sin tocar el fondo.