La corporación alemana Bosch factura más de U$S 80.000 millones por año, casi lo mismo que las ventas de toda la industria de la maquinaria agrícola a nivel global.

De hecho, prácticamente triplica los volúmenes comercializados por colosos del sector, como John Deere, CNH industrial o AGCO.

Emplea a 412.000 empleados en el mundo (10.000 en Sudamérica) y provee de componentes estratégicos a casi todas las ramas de la industria a nivel global.

Por caso, sus sensores equipan a todas las marcas de celulares y automóviles.

Ese gigante de los negocios ha decidido posar su mirada en el sector de la mecanización agrícola.

En rigor, la marca está presente en el rubro desde hace décadas a través de sus componentes, como los dispositivos hidráulicos y sensores que equipan a prácticamente todas las marcas de tractores, cosechadoras y otros equipos autopropulsados en el planeta.

Pero ahora es diferente, ya que lo hace a través de desarrollos específicos para la mecanización rural. Y esa es la noticia.

Siembra eléctrica

La punta de lanza del desembarco de Bosch en el sector se materializó con el lanzamiento comercial del sistema de siembra eléctrica IPS, presentado a fines de febrero en Rosario.

No es un dato menor que se trata de una tecnología de proyección mundial, pero que fue desarrollada por Bosch a través de su filial en Sudamérica, con cabecera en Brasil y ramificaciones en Argentina.

De hecho, inicialmente el producto se comercializará exclusivamente en estos dos países (en Argentina, en el marco de una alianza con Siembra Neumática).

La siembra eléctrica promete revolucionar la tecnología de implantación de semillas, con ventajas significativas en el corte por surco, compensación de curvas, dosificación variable surco por surco, etc.

Pero para Bosch, incluso el potencial de esta tecnología es apenas una pieza más dentro del armado general.

La compañía alemana ya trabaja en otros desarrollos igualmente ambiciosos, aplicables a pulverización, manejo de sanidad animal, gestión integral de datos, etc.

El gigante ha llegado al mundo de los fierros del campo. A tomar nota de ello.