El mercado internacional de tractores muestra una grieta cada vez más ancha en términos tecnológicos.

Es sabido que la mitad de la producción global se concentra en India y China y que ese liderazgo se mantiene en el tiempo.

Pero una cosa es la cantidad y otra es la calidad. Al menos, si se observa el perfil del tractor que hoy se consume en Europa y Estados Unidos.

La evolución tecnológica en los mercados centrales recorre a toda la franja de potencias y suma innovaciones de manera incesante.

En esos lugares se producen, por ejemplo, vinos de alta gama, y los viñedos requieren de equipos especiales. Lo mismo sucede en otros cultivos regionales

No ocurre lo mismo en los países asiáticos, donde las versiones son más básicas y están dirigidas a una agricultura de menores exigencias.

Contrastes

Esa brecha en tecnología les permite a los fabricantes europeos mirar sin preocupación, al menos por ahora, los intentos indios de introducir sus tractores en el continente.

Para una potencia de 80 CV, por caso, es usual ahora en Europa acceder a un tractor con caja de cambios mecánica robotizada.

Ofrece distintos rangos de velocidad mecánica controlados electrónicamente que pueden activarse cuando está parado o en movimiento.

Es una transmisión compacta con funciones automáticas gestionadas por un sistema operativo inteligente que simplifica todas las operaciones del conductor.

Los tractores que se comercializan en los mercados asiáticos, distan de esas “sofisticaciones” y cuentas con las prestaciones que pueden satisfacer a un usuario de agricultura familiar.

Hoy, en India, un tractor destacado puede ser el que opera con motor de 4 cilindros y que sale con características como dirección asistida, frenos sumergidos en aceite y un aceptable puesto de comando.