Los avances tecnológicos para crear máquinas autónomas ya están diseminados por todo el mundo.

Y agregan noticias permanentemente. Por ejemplo, en la reciente edición del Farm Progress Show 2023 , AGCO presentó una rotoenfardadora que opera con autonomía para sus principales funciones.

Son tecnologías que van abandonando la categoría de novedades y se enfrentan al desafío de convertirse en realidades comerciales.

En otras palabras, que sean viables para que productores y contratistas se decidan a comprar una máquina robot o, al menos, con determinado grado de autonomía.

5 niveles

En ese umbral entre la curiosidad tecnológica y la monetización de proyectos, aparece el interrogante sobre la distancia que separa los desarrollos actuales con el momento en que las máquinas puedan prescindir del ser humano.

Conviene, en ese aspecto, revisar el camino que ya se ha recorrido y lo que falta.

Por ejemplo, Case IH viene ilustrando la cuestión con los cinco niveles que definió para la automatización:

1) Guiado  Es el paso que ya se dio con la masificación del piloto automático.

2) Coordinación y optimización  Todas las máquinas están tripuladas y se conectan por medios digitales. Es, por ejemplo, la sincronización de flotas.

3) Automatización asistida por el operador  Es el caso actual de las cosechadoras, que cumplen funciones por sí mismas, con la supervisión del operario que está en la cabina.

4) Autonomía supervisada  Consiste en el trabajo de máquinas autónomas, supervisadas a campo por una persona que no está a bordo de alguna de ellas.

5) Autonomía total  Ya no es necesaria la presencia de una persona a campo controlando el trabajo. El monitoreo es remoto o mediante Inteligencia Artificial.

Concreto

En un recorrido de ejemplos palpables en el mundo sobre tecnologías que pasen a la venta, se encuentra el de Raven con su sistema de automatización de tolvas en la cosecha.

La empresa que fue adquirida por CNH Industrial ya ingresa al negocio concreto en el Nivel 3 de automatización.

El dispositivo de Raven permite que el operador que está en la cosechadora, tome el control del tractor que arrastra a la tolva.

Los sistemas dentro del tractor y la cosechadora se comunican entre sí, lo que posibilita que el tractor responda a las instrucciones del operador de la cosechadora.

Operaciones

Por ejemplo, si el tractor y la tolva están detrás, el operador de la cosechadora puede indicarle que aumente la velocidad.

Una vez que la cosechadora comienza a descargar, el operador de la cosechadora puede acelerar o desacelerar la tolva, lo que le permite llenarla por completo sin derrames.

También se puede desplazar el tractor y la tolva hacia la izquierda o hacia la derecha para entrar o salir en relación con la cosechadora.

No es comunicación celular, sino que se hace a través de señales de radio.

El costo del producto de Raven, que se venderá masivamente en Estados Unidos desde comienzos de 2024, será de U$S 5.000 por cabina.

Inicialmente, estará disponible para cosechadoras y tractores de última generación, equipados con hardwares y softwares de Agricultura de Precisión.