30/08/2021 | Columnas |
La “soberanía” tecnológica
El reciente lanzamiento de Crucianelli marca que la industria argentina está en condiciones de generar productos que equiparen a la oferta internacional.
Por Jorge Freites
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La impecable presentación que Crucianelli hizo de la sembradora Plantor Leaf implicó algo más que otro lanzamiento de maquinaria agrícola
La lectura que pudo hacer cualquier persona próxima al mercado de sembradoras es simple: Crucianelli, a través de su empresa Leaf Agrotronics, generó tecnología propia que equipara a la de un proveedor externo.
Pero, hasta ahora, un fabricante no había escalado hacia recursos que le reporten autonomía en el equipamiento de siembra de precisión. De eso se trata la “Plantor 100% argentina”.
No es un dato menor frente a una demanda en permanente expansión hacia las variantes de corte por surco, dosis variable y monitoreo de funciones.
De alguna manera, lo que podría llamarse “soberanía” tecnológica también pasa a formar parte en los modelos de negocios. Por costos y por seguridad de abastecimiento.
Implicancias
Por ejemplo, compañías de matriz brasileña, que se proyectan al mundo, como Jacto y Stara, tienen desarrollados sus propios programas de Agricultura de Precisión.
Significa que las máquinas de esas marcas, llegan al exterior con un paquete tecnológico integral, adaptado a sus funcionamientos y sin necesidad de acoplar un equipo de otra marca.
Crecimiento
En este rubro tan sensible para la actualidad de las máquinas agrícolas, no hay que olvidar los productos creados por empresas de cuño nacional como Abelardo Cuffia, Campo Preciso, D&E, Plantium, SIID y Verion, por citar algunas.
En monitores, pilotos automáticos y pantallas integrales, por citar tres renglones del segmento, existe una nutrida oferta «made in Argentina».
Innovadores
“Se configura para adaptarse a las normas internacionales que exigen los diferentes mercados alrededor del mundo”, indican desde la empresa que está anexando representantes en diferentes mercados internacionales.
TBeH ha hecho su aporte con el primer manipulador telescópico de fabricación nacional, mientras Metalfor y Vassalli apuntan a cosechadoras con amplio contenido nacional en piezas y funciones.
Una cosechadora fabricada en Argentina, y con provisión de partes asegurada, marca una diferencia en el contexto actual.
A su turno, y también como una estrategia de aprovisionamiento sin dependencias, Caimán resolvió disponer de una tecnología propia en botalones de fibra de carbono a fin de manejarse con disponibilidad previsible.
En pulverización selectiva, Plantium desarrolló su propio sistema ocuWeed que diferencia malezas de cultivos, al tiempo que Milar y Favot también agregan productos de armado local.
Y si de robots agrícolas se trata, el proyecto Terran de Plantium sigue avanzando y adaptándose a las condiciones del agro argentino.