El boom de las cosechadoras axiales
Las cosechadoras con sistema de trilla axial se imponen en un mercado dominado por los equipos de alta capacidad de labor. Por Néstor Sargiotto
Por Néstor Sargiotto
Aunque entre productores, contratistas e, incluso, técnicos especializados, el tema de la conveniencia de los sistemas de trilla axial sigue generando controversias, en el plano de la industria parece una cuestión zanjada.
Las principales marcas multinacionales de cosechadoras que operan en el país ya han concentrado prácticamente toda la oferta en modelos con rotores longitudinales.
La lista incluye a Massey Ferguson, John Deere, Case IH, New Holland, Challenger y Valtra. La excepción es Claas, aunque en este caso no se trata de equipos con rotores transversales convencionales, sino del original sistema de trilla Multicrop probado con éxito por la marca alemana en todo el planeta.
Nacionales
Entre las fábricas nacionales, por su parte, prevalece el criterio de “poner los huevos en diferentes canastas”. En efecto, Vassalli y Metalfor combinan en su portafolio de productos equipos con sistema de trilla convencional y opciones de tipo axial, aunque estas últimas han concentrado las principales innovaciones mostradas por las marcas locales durante los últimos años.
Ventajas
La principal ventaja que ofrece el sistema de trilla axial respecto a los rotores transversales convencionales es la posibilidad de aplicar una agresividad progresiva al proceso de trilla. Ello se traduce en una reducción del daño mecánico de la cosecha, especialmente en los granos más secos que se separan en la fase inicial del proceso, al tiempo que se optimiza el uso de la potencia, aplicando la mayor agresividad de trilla en los tramos posteriores del rotor para “digerir” el material más complicado.
Por cierto, para aprovechar plenamente la eficiencia operativa del sistema axial se necesitan otras tecnologías complementarias, partiendo de cabezales de nueva generación que suministren el material a trillar en forma homogénea (los cabezales draper son un ejemplo de ello), hasta la incorporación de dispositivos con variación continua y progresiva de las vueltas del rotor mediante mecanismos mecánicos, hidráulicos o CVT, a fin de lograr una mejor regulación de la trilla, con mayor automatismo de operación desde el puesto de conducción.
Mercado
En la actualidad, los sistemas de trilla axial concentran 85% de las ventas totales de cosechadoras en Argentina. La participación crece a medida en que se incrementa la potencia media de los equipos. De hecho, entre las cosechadoras de Clase VI en adelante existen sólo tres modelos con sistema de trilla convencional.
El dato no es menor, por cuanto las cosechadoras de clases VI, VII, VIII y superiores concentran 71% de los modelos disponibles (la participación en las unidades vendidas es aún mayor). La situación es distinta en otros países de la región, como Colombia, Venezuela o Ecuador, donde se mantiene un mercado importante de cosechadoras Clase IV o V, segmentos en donde las opciones de trilla convencional siguen siendo atractivas por su menor costo unitario y el hecho de que la menor disponibilidad de potencia de sus motores impide un aprovechamiento pleno de la trilla axial.