Si bien el 85% de los productores agropecuarios considera que las medidas adoptadas por el Gobierno serán perjudiciales para el sector, la mitad más uno de los consultados sostiene que es un buen momento para invertir en maquinaria agrícola.

Los datos se desprenden del Índice Ag Barometer Austral, realizado a partir de una encuesta nacional llevada a cabo por la Universidad Austral, y que monitorea el clima de expectativas y de negocios en la actividad agropecuaria.

Sobre un universo de 406 productores cuyo valor bruto de la producción es mayor a los U$S 200 mil, 207 ven la inversión en maquinarias como un seguro contra la depreciación del peso, que se acentuó con el Índice de Inflación de marzo.

“A pesar de la reducción temporal en la brecha cambiaria y la suba de tasas de interés dispuesta por el Banco Central, consideran un buen momento para reequiparse”, precisa el indicador.

En qué prefieren invertir

A la hora de direccionar la inversión, los equipos de siembra son los preferidos, seguidos de los utilizados para pulverizar y, en menor medida, los usados para tareas de cosecha y almacenamiento y labores de post cosecha.

Este mayor interés por la maquinaria agrícola, y que mantiene el arrastre reflejado en Expoagro, se da en un escenario de bajo nivel de ventas de la cosecha, principalmente por incertidumbre productiva, observa el Ag Barometer Austral.

“En nuestro país se estima que finalmente la cosecha de soja rondará los 42 millones de toneladas. En el caso de la de maíz, será unos 3 millones menos que la campaña anterior, estará en torno a los 49 millones de toneladas. Sin embargo, con la cosecha en sus fases iniciales, todavía se percibe riesgo productivo. Los buenos precios internacionales compensan parcialmente la menor producción, y los buenos precios de trigo para la campaña 22/23 alientan la siembra y la fijación de precios en forma anticipada”, indica.

Incertidumbre a vender

Bajo estas condiciones, aún es bajo el porcentaje de la producción de soja y maíz con precio fijado, a pesar de los buenos precios internacionales.

La encuesta refleja que la mayor parte de los productores le puso precio a menos del 10% de su producción. El promedio ponderado de soja con precio fijado supera levemente el 15%, mientras que en el caso del maíz se encuentra en 19%.

“El principal factor tras las decisiones de venta/fijación de precios de los productores es la incertidumbre en cuanto a los rindes. Alrededor de un 45% de los productores manifiesta esto como racional en el caso de la soja y un 41%, en maíz. Hay dos factores que pesan en forma similar para demorar la fijación de precios. Alrededor de un 17% de los productores en soja y un 18% en maíz, expresan que venderán una vez que hayan cosechado. En tanto, un 17% está esperando precios más altos”, compara el sondeo nacional.

El financiamiento sigue siendo el principal medio al que recurre el productor para la adquisición de los equipos.

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